Eloy MÉNDEZ

«¿Nueva línea? Es lo de siempre, pero en vez de viajar con Emtusa lo hacemos con una compañía privada y pagamos veinte céntimos más por viaje». Javier González cogió el microbús de la empresa Medina que desde ayer une el centro de la ciudad y Deva con cara de pocos amigos. El anuncio de la puesta en marcha de tres nuevos servicios gestionados por el Consorcio de Transportes de Asturias para contrarrestar la supresión de siete líneas municipales le parecía «un tanto engañoso». Lo mismo que a Fernando Pérez, que desde hace una década viaja a diario en el vehículo que une Begoña con Caldones. «En nuestro caso, lo único que han cambiado son algunos horarios», señalaba nada más abonar el euro y treinta céntimos que le cuesta llegar hasta su residencia de Castiello.

Por eso, para muchos habituales de esta ruta, «la vida sigue igual». Lo dice María del Carmen García, que se traslada a Santurio tres o cuatro veces por semana. «Esta línea ya existe desde hace mucho tiempo, no es ninguna novedad», aseguraba en la segunda fila del autobús. «Lo que deberían hacer es poner en marcha otra vez la conexión de Caldones con Cabueñes y Vega», se quejaba, en relación a dos de las rutas eliminadas hace tres semanas por los responsables de Emtusa. «Que nos vendan esto como nuevo, no tiene mucha gracia», añadía, tras constatar que «llevo haciendo este viaje no sé cuántos años».

Por eso, es muy conocida por el resto de los viajeros que día sí y día también se ponen rumbo a la zona rural. «Somos como una familia, nos conocemos todos precisamente porque llevamos mucho tiempo viéndonos las caras», indicaba Nieves García, empleada de la residencia San Miguel y que coge la línea a Caldones para llegar hasta su puesto de trabajo. «Lo único que han cambiado son algunos horarios y, encima, a mí me han hecho una faena porque ahora me coinciden mucho peor», decía poco antes de apearse en la cuesta de El Curullu.

Sin embargo, para otros usuarios, los diez viajes en cada sentido y por jornada que Medina realizará a partir de ahora hacia Deva y Caldones son una buena noticia. «Vamos a hacer dos trayectos más al día», anunciaba insistentemente el conductor Javier Segador mientras repartía panfletos con toda la información pertinente. «Además, para todo el que tenga la tarjeta del Consorcio de Transportes, les va a salir a un precio muy asequible», añadía el empleado, que también subrayaba el elevado número de clientes que tuvo ayer la línea hacia Deva, que por primera vez realizará su empresa tras la eliminación de los buses de Emtusa.

No obstante, las alternativas del Ayuntamiento, entre las que se encuentra también la puesta en marcha de una línea de Licasa entre Vega y Lavandera, no son ninguna novedad para casi nadie. «Yo cojo el bus en Begoña a primera hora de la mañana y regreso en el de las seis y media desde hace media vida», comentaba Isabel Díaz tras ocupar su asiento rumbo al centro nada más terminar su jornada laboral en el restaurante La Bombilla. «Nosotros vamos tres veces por semana a la finca de Santurio desde qué sé yo cuándo», añadía unas filas más adelante Esther Rodríguez. «Nos dan lo viejo como si fuera nuevo», se quejaba al final del viaje Roberto García, recién llegado a Begoña desde su casa de Deva.