C. J. / E. P.

Un centenar de alumnos de la Escuela de Trabajo Social de Gijón se concentraron ayer a las puertas de la Universidad Laboral para reclamar información sobre la implantación del nuevo grado en Trabajo Social que comenzará a impartirse a partir del próximo año en la Universidad de Oviedo. «No aceptaremos recortes que repercutan en nuestra formación», señaló un portavoz de los estudiantes. La protesta, que se desarrolló sin incidentes, obligó a cortar parcialmente el tráfico en la avenida de Luis Moya durante algunos minutos. Una vez que tuvo conocimiento de la protesta, el rector, Vicente Gotor, trató de zanjar cualquier polémica asegurando que los estudios de Trabajo Social continuarán el próximo curso en forma de grado, con el visto bueno de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y «sin perjuicio para los estudiantes». Gotor realizó estas declaraciones tras la inauguración del Congreso Hispano-Luso de Estudiantes de Enfermería, que organiza la Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Oviedo y estudiantes Erasmus portugueses.

El máximo responsable de la institución académica indicó que no existen motivos para la preocupación, tras la concentración de los alumnos a las puertas de la Laboral. Al respecto, explicó que los alumnos matriculados en el plan antiguo tendrán dos años y cuatro convocatorias para completar sus estudios, y quienes comiencen el próximo curso lo harán de acuerdo con el nuevo plan, ya adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior.

Los estudiantes reclaman información detallada sobre la implantación del grado y del proceso de adaptación del mismo, y que se mantengan las mismas condiciones del plan de estudios actual para la extinción de la diplomatura en Trabajo Social, «con clases teóricas, prácticas y tutorías, así como la financiación acorde». El colectivo estudiantil solicitará una reunión urgente con el equipo de gobierno universitario y con el Ayuntamiento de Gijón (como miembro del patronato de la Escuela) para que les expliquen el futuro del centro. «No podemos dejar que decidan por nosotros», subrayan los alumnos.

La Escuela de Trabajo Social tiene desde sus inicios, hace más de 30 años, un carácter itinerante en la ciudad de Gijón. Con su llegada, la Laboral hace ya cuatro años estableció un nexo de colaboración con sus vecinos universitarios en la Ciudad de la Cultura, la Escuela Jovellanos. Aunque su presencia en este edificio les ha permitido estrechar vínculos con la institución académica, ninguno de los sucesivos equipos rectorales resolvieron la cuestión de la integración.