E. M.

El arzobispo auxiliar de Oviedo, Raúl Berzosa, apostó ayer por «un evolucionismo moderado y abierto» desde una perspectiva de «la creación continuada» de Dios frente a las teorías científicas que eliminan la raíz divina en su análisis del origen del Universo y de la raza humana. El prelado defendió también durante una charla titulada «Ciencia y Fe después de Darwin», organizada por el Ateneo Jovellanos en la Escuela de Hostelería de Gijón, que «Dios es origen, centro y meta del proceso evolutivo» del hombre y se sirvió de numerosas citas de biólogos, físicos y teólogos para apoyar sus argumentaciones.

Berzosa defendió la compatibilidad de la religión y la ciencia desde los estudios llevados a cabo por la Matemática Cósmica, la Filosofía de la Naturaleza, el desarrollo del genoma humano, el principio centrópico, el diseño inteligente y la psico-materia. En este sentido, señaló que la Iglesia Católica mantiene que la creación del Universo es «una libre elección de Dios, movido por el amor», que «todo salió de la nada, incluso el tiempo, porque sólo Dios es eterno» y que la Creación tiene el fin de ser «un regalo del Padre al Hijo en el Espíritu».