Un ciudadano de nacionalidad china y vecino de Gijón, que no sabe leer ni escribir en español, fue detenido mientras realizaba el examen teórico para obtener el carné de conducir cuando intentaba resolver las preguntas de la prueba mediante la utilización de un transmisor que llevaba camuflado. El ciudadano chino llevaba encima un micrófono por el que iba transmitiendo las preguntas del examen mientras al otro lado de la línea escuchaba a un compañero que le «soplaba» las respuestas.

Con lo que no contaban ambos es que esa misma mañana varios agentes de la Guardia Civil iban a «examinarse» en el mismo aula que ellos. Los agentes iban camuflados como si fueran a examinarse, ante las sospechas de una actividad fraudulenta en el ejercicio escrito.

Las sospechas comenzaron cuando uno de los dos imputados, el que respondía las preguntas desde su casa, inscribió a su compañero en la Jefatura Superior de Tráfico de Asturias. «El alumno ya se había examinado varias veces, por lo que al ver que otro venía a apuntarle se activaron todas las alarmas», señalaron fuentes de la Benemérita. Fue entonces cuando se puso en marcha el Grupo de Informes y Apoyo del Sector del Tráfico de la Guardia Civil de Oviedo (GIAT). Los agentes se «colaron» en la prueba como si fueran a examinarse para obtener el permiso «E», el que permite conducir remolques de más de 750 kilos de peso.

Para obtener este permiso, el ahora detenido ya debería disponer de otros carnés, como el «B» o el «C», por lo que se investiga que hubiera podido utilizar su sistema de transmisiones en ocasiones anteriores.

El día del examen, las sospechas de la Guardia Civil se confirmaron, ya que M. L. N. comenzó a leer las preguntas en voz baja dirigiéndose al micro que llevaba en la solapa. No pronunciaba bien al no saber leer español, por lo que la comunicación no fue sencilla. Fue entonces cuando resultó detenido.