Los miércoles tienen un sabor especial para los miembros de una de las peñas gastronómicas más conocidas de la ciudad El Llar. Hace ya más de cuatro décadas, desde 1963, que nombres conocidos e ilustres de la villa de Jovellanos se enfundan el mandil blanco para disfrutar no solo de los deliciosos platos de la cocina del local ubicado en la plazuela de Villamanín, sino también de animadas y largas charlas a mantel puesto.

La sociedad gastronómica que nació de las tertulias del antiguo Somió Park, cuenta con cien socios. Ni uno más ni uno menos. Por esa razón, para pertenecer a El Llar hay que estar pendientes de las bajas que se puedan producir. Desgraciadamente, entre el pasado año y este 2010 han desaparecido Joaquín Fernández, Manolo Rúa, Antonio Allende y hace apenas un mes José María Jiménez Caso, fundador de calzados Chema; sin olvidar a los recordados, Luís Cueto-Felgueroso, ex alcalde de Gijón, y Benigno Meana Toraño, socios fundadores del grupo gastronómico. Pero dejando los emotivos recuerdos aparcados en un trocito del corazón de cada uno de los todavía presentes, en la última reunión se dieron cita Oscar Mori, Joaquín Loredo, Dionisio y Jaime Cifuentes, José Luís Núñez, Félix Margolles, Isidoro Fernández-Quirós, Josechu Valdés, Alfonso Arcos, José Ángel Botas, Tino Fano, José García Bernardo, Fernando Ruiz y José Luis Tinturé, presidente en estos momentos de El Llar.

El encargado de los fogones es Joaquín Loredo, al que todos ponderan considerándolo un excelente cocinero, especialista en cocinar rabo de toro, bacalao a la vizcaína y sobre todo en kokotxas, plato con el que deleita a los comensales cada mes de agosto. Todo gracias a la generosidad de otro gran conocido de la villa, Justo Ojeda, empresario que regala desde hace años a este grupo 24 kilos de este preciado y apreciado manjar, que Loredo suele cocinar al pilpil.

Receta

Rabo a la cordobesa

Se pochan lentamente cebolla, ajo puerro, pimiento verde y tomate. En otro recipiente se dora el rabo de toro para que se sellen bien los poros y así conserve todo su jugo. Se mezcla la carne junto con las verduras y se le añade al conjunto una buena botella de vino blanco. Tres o cuatro horas a fuego lento bastarán para que el plato se convierta en apetitoso manjar.

Algunos de los miembros más veteranos de El Llar se reúnen tradicionalmente los miércoles para degustar las propuestas de Joaquín Loredo, encargado principal de los fogones de la cocina del local situado en la plazoleta de Villamanín, en Somió. En la imagen, el selecto grupo de conocidos vecinos de Gijón en su última reunión.