El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Gijón ha asegurado hoy que el equipo de gobierno "ocultó" a la Junta Rectora de la Fundación Municipal de Cultura el hallazgo de los restos arqueológicos localizados durante la última década en las excavaciones de la Campa Torres a pesar de la contratación de un estudio para su inventariado.

Las pieza permanecieron olvidadas desde el año 2000 y fueron localizadas por "casualidad" con motivo de la remodelación del espacio museístico.

En rueda de prensa, el concejal de la oposición Manuel Pecharromán ha recordado que el espacio se descubrió en marzo y en mayo se contrató una empresa, a la que se le pagó 11.800 euros, para inventariar las piezas.

Esta contratación, ha apuntado, no aparece en la memoria de la Fundación Municipal de Cultura ni se notificó a los miembros de su órgano de gobierno.

El PP ha insistido en que existen "muchas responsabilidades políticas" y ha protestado porque el concejal de Cultura, Justo Vilabrille, no ha informado de "muchos" temas.

Así, se ha preguntado por qué el Ayuntamiento no adoptó medidas para proteger el patrimonio, por qué nadie reclamó las piezas y quién las ocultó en el búnker.

Ha asegurado que el Ayuntamiento debería haber informado a la Consejería de Cultura de los hallazgos, los cuales deberían haberse inscrito en un libro de registro, inventariado y anotado en un catálogo pormenorizado con fotos.

El edil ha recordado que no se trata de la primera vez que los arqueólogos Paloma García -directora del museo de la Campa Torres- y Francisco Cuesta -encargado de las excavaciones- aparecen rodeados de polémica.

En marzo de 1996, ha recordado, el juez Lino Rubio condenó a García a seis años de suspensión de su trabajo, por "filtrar exámenes" y Cuesta empadronó a varios profesionales en su domicilio para que pudieran participar en las excavaciones. EFE