GLORIA ARRANZ FERNÁNDEZ

Directora del grupo de teatro «Recreo»

«Es inteligente», anoté en un margen cuando la escuchaba. En medio del atropello de ideas que Gloria Arranz iba vertiendo no se le escapaba una palabra de más, e incluso establecía sus propias acotaciones en función de la prudencia, «es así, pero temo que alguien piense que me estoy echando flores encima». «Cuidado con la falsa humildad», le respondí; ésta se detecta de inmediato.

«De aspecto muy agradable, presumida...», agregué a ese margen que es la clave de mis ensayos psicológicos. Muy bien peinada, moderna, vestida con buen gusto... Lo que no impide que su vida esté alentada por un esfuerzo constante. En la actualidad, a sus tareas sociales suma el trabajo en «Trastevere», el negocio de decoración de su hijo Pablo.

Mayor de cuatro hermanos, Gloria Arranz nació, 1946, en Olloniego, solar de su familia por vía materna, aunque a los pocos días junto con su madre regresaron a Ceuta, plaza eventual de su padre. Un año después, un nuevo destino trajo a la familia a Gijón, donde habría de transcurrir el resto de su vida. «Mi padre era de Segovia y había conocido a mi madre cuando trabajaba en el cuartel de Olloniego; se enamoró doblemente, de ella y de Asturias». Gloria hizo el Bachillerato en el colegio San Vicente. «Fue algo trascendental, llevo todo el programa vicenciano muy adentro». Posteriormente ingresó en la Sección Femenina donde obtuvo el título de profesora de baile regional.

-¿Encontró salidas fácilmente, para ejercer su especialidad?

-Sí, empecé a trabajar en los colegios Blanca Nieves, San Vicente, Atalía, María Inmaculada... Incluso, durante dos años, di clases a los profesores del colegio Corazón de María. Me casé muy joven, a los 22 años, con Emilio Gisbert, pero continué trabajando.

-No parece que fuera una actividad de mucho futuro...

-En efecto, los cambios tan profundos que sufrió España también afectaron a algo tan simple como el folklore. La gente dejó de interesarse y hubo un momento que abandoné el baile; tenía entre manos muchos asuntos, algunos de tipo benéfico. Siempre tuve inquietud y acudía a donde me llamaban. Pienso que contribuir económicamente con una causa es estupendo, pero también más fácil; arrimar el hombro es lo que cuesta de verdad.

-¿A qué entidades prestó su colaboración?

-A mi parroquia, a la Asociación del Voluntariado de San Vicente, donde fui presidenta, a Cáritas, formando parte del equipo de Magdalena Loring...

-¿Cómo llegó a dirigir un grupo de teatro?

-Me llamaron de la parroquia de San Lorenzo, donde se reunían las integrantes de la Asociación de Viudas. A su vez contaban con otras muchas señoras que solían participar del centro social. Entre unas y otras eran más de cien las que se reunían. Algunas pertenecían a un grupo de teatro, «Recreo», fundado por Mariol, una chica de la feligresía. Lo que me propusieron fue hacerme cargo de la actividad musical de este grupo.

-¿En qué consistía su trabajo?

-En montar algún número de zarzuela para el fin de fiesta de los actos sociales que se celebraban en la propia parroquia. Piezas sencillas como «Los Nardos», «A la sombra de una sombrilla...», «Clavelitos»... Pero en el año 2000, Mariol lo dejó y me nombraron directora del grupo de teatro. Lo cierto es que asumí la responsabilidad con mucha ilusión y nos metimos de lleno a representar teatro asturiano. Son en total 16 actrices, todas ellas extraordinarias, lo que me presenta verdaderos problemas a la hora de tener que hacer los repartos.

-¿No hay nadie que destaque, una primera actriz?

-Sería difícil señalarla porque es un grupo muy homogéneo. El año pasado falleció María Luz Acuña, lo que nos hizo perder a una estupenda colaboradora. Son buenísimas todas, María de Mar, Celsa, Teresa, Carmen, Basi, Paquita, Tina, Charo, Oliva, Hildegard, Nieves, Conchita... Si se me olvida alguna, que me perdone.

-¿De qué autores se han servido?

-De los costumbristas. Pachín de Melás, Eladio Verde... Las propias actrices colaboran en la recopilación, son muy trabajadoras. Y aprovechamos textos de Dioni Viña publicados en LA NUEVA ESPAÑA. Hubo uno muy gracioso en torno a la boda de Cayetano Rivera con Blanca Romero, protagonizado por un grupo de mujeres de Cimadevilla que habían ido a contemplar el acontecimiento, y sus comentarios eran geniales. Representamos la obra en el Club Social de Cimadevilla, y vinieron Dioni y su mujer Lola al estreno. Tuvo un éxito enorme y al final, Dioni decía, «¿pero eso escribilo yo?». También nos hizo una obra Janel Cuesta, titulada «El fíu de soltera», que la hemos interpretado en muchos sitios, aunque nuestro escenario habitual es el salón de actos de la parroquia de San Lorenzo. Don Herminio, el párroco, nos da toda clase de facilidades. También hacemos muchas estampas típicas de Gijón.

-¿Qué plan de trabajo tienen ustedes?

-Ensayamos los miércoles por la tarde, aunque en la proximidad de los estrenos añadimos una tarde más. Siempre tenemos dos compromisos puntales, el festival de Navidad, y el de fin de curso, en junio; luego descansamos hasta octubre. Pero a lo largo del año nos llaman de muchos sitios, de televisión, de los centros sociales de diferentes lugares de Asturias. En Gijón vamos al de La Arena, al de Cimadevilla... Yo me siento muy agradecida al grupo «Recreo», recibo de él grandes satisfacciones. Ellas son como mis niñas y las quiero. Por su parte las veo muy felices desarrollando esta actividad.

-¿Qué media de edad tienen sus estrellas?

-Creo de pasan de los 70 años, no se lo pregunto, pero su entusiasmo y energía corresponde a mujeres mucho más jóvenes.

-¿Ha necesitado usted recibir una formación concreta, para ejercer este trabajo?

- No, lo mío es pura afición. He visto mucho teatro, he leído a los autores clásicos... Poco a poco te vas adiestrando.

Pasa a la página siguiente

«Fui profesora de baile regional, pero los cambios tan profundos que sufrió España entre los setenta y los ochenta también afectaron a algo tan simple como el folclore»

«Hemos representado hasta un texto muy gracioso de Dioni Viña publicado en LA NUEVA ESPAÑA sobre la boda de Cayetano y Blanca Romero»