J. L. ARGÜELLES

Unión, Progreso y Democracia (UPyD), la formación política que lidera la diputada Rosa Díez, acaba de elegir a Armando Fernández Bartolomé como coordinador de Gijón, Carreño y Villaviciosa. Las expectativas abiertas por las elecciones europeas del 10-J de 2009 han incrementado el interés por un partido que obtuvo en la ciudad 6.007 votos, 119 menos que IU-BA-LV, coalición que gobierna con los socialistas. De repetirse esos sufragios, supone que UPyD lograría más de 5 por ciento del voto, un resultado que podría abrirle las puertas de la Corporación.

-¿Qué le llevó a aceptar esa responsabilidad en UPyD?

-Somos un partido de voluntarios, sin liberados. Estamos por una inquietud política y acepto esa responsabilidad en función de que apoyo este proyecto desde el principio. Opino que quienes se dedican a la política deben volver, pasado un tiempo, a su vida civil.

-¿La creciente profesionalización es uno de los males de la política española?

-Sin duda. Si entras muy jovencito en un partido- éstos ya funcionan casi como empresas- y te aseguras un sueldo, es seguro que la crítica está eliminada. En Gijón hay varios casos. Es uno de los grandes males de la política española.

-Es un discurso que se puede hacer desde un partido joven, aunque Rosa Díez lleva muchos años en política. ¿Fijan en sus estatutos el compromiso de la limitación temporal?

-En el congreso del pasado noviembre hemos desarrollado unos estatutos bastante novedosos. Y ahí está la limitación de mandatos, las primarias para casi todos los puestos o los códigos de buenas prácticas. Y es que hemos percibido que el actual funcionamiento de los partidos es un grave problema. Tenemos la suerte de estar creando un partido y, por tanto, de no encontrar estructuras ya hechas, lo que es apasionante.

-Otra cuestión al hilo de lo anterior: tener un buen político necesita años, no se improvisa. Las limitaciones de mandato llevan aparejado el riesgo de que se puede dilapidar el capital más importante, que es el humano.

-Sí, pero hay que poner diques legales para acabar con prácticas que sólo tienden a la supervivencia de grupos o de individuos. La política, a mi juicio, es una práctica que debe ser provisional por definición; de lo contrario, atentamos contra la propia democracia. Si nos fijamos, los partidos son muy impermeables, con una incapacidad para incorporar savia nueva. Habría que encontrar un equilibrio.

-Estos días analizábamos, con otros periodistas, los nombres que se barajan para las próximas autonómicas. En casi todos los casos son personas que superan los sesenta años, políticos que vienen de la transición. ¿Es un problema de Asturias? Lo digo porque Zapatero tiene 49 años, por ejemplo, lo que quiere decir que el relevo generacional sí se ha hecho en el Gobierno de España.

-La partitocracia y sus males son generales, pero en Asturias hay un problema específico, que es el inmovilismo y afecta a todo, incluidos los partidos. Que se presente a Álvarez-Cascos como la solución a los problemas de Asturias parece patético. Creo que todo esto deriva de la situación decadente de nuestra comunidad autónoma, con un escenario agotado e increíblemente aburrido. Ahora bien, yo creo que el bipartidismo ha tocado fondo.

-UPyD empieza a sacar electoralmente la cabeza, si me permite esta gráfica expresión. ¿Los datos asturianos y gijoneses de las elecciones europeas, que algunos analistas atribuyen al tirón personal de Francisco Sosa Wagner, se confirmarán en las autonómicas y municipales de mayo de 2011?

-Es nuestro reto. Hacer política fuera de las instituciones es prácticamente imposible. No estamos aquí por entretenimiento; nuestro objetivo es tener resultados para poder condicionar las políticas que se hagan.

-¿Qué les dicen las encuestas?

-No tenemos encuestas, ni dinero para hacerlas. Sabemos lo que dicen los sondeos de los periódicos. Ahora bien, todo indica que, si UPyD no existiera, habría que inventarlo.

-Hay quien asocia UPyD a un proyecto personal de Rosa Díez. Parece un partido de una sola figura.

-Tenemos representación en el Parlamento vasco, en el europeo y en el Congreso. Es cierto que Rosa tiene más proyección mediática, pero sale por sus propuestas. Es un activo fundamental en UPyD.

-Hay quien dice que demasiado.

-Es una figura muy importante, pero yo no soy mitómano. Estamos en UPyD por las ideas y las propuestas, que son importantes para España.

-UPyD estuvo acompañada en sus inicios por intelectuales de prestigio, como Fernando Savater o Álvaro Pombo, pero da la sensación de que se han ido distanciando.

-No, no... Savater y Pombo participaron en el congreso del pasado noviembre. Están ahí, pero lo suyo es escribir.

-¿Qué diferencia a UPyD de otras opciones políticas?

-Somos un partido que apuesta por la regeneración democrática: organización territorial del Estado, reforma de la justicia, educación, servicios públicos. Y, además, carecemos de hipotecas; no tenemos clientelas, estamos fuera de los entramados de intereses. Hay que acabar con el bipartidismo.

-La crítica al bipartidismo también la hace IU.

-IU, y más en Asturias, se ha revelado como un partido que es incapaz de ser oposición. Aquí gobierna, luego ese cartucho ya está quemado.

-A ustedes se les identifica con cierta defensa, un tanto jacobina, del papel del Estado frente a las autonomías.

-Somos partidarios de un Estado federal. Lo que pensamos es que las comunidades tienen que tener las mismas competencias, sin privilegios. Y sí decimos que las competencias, no la gestión, de sectores estratégicos, como la educación o la sanidad, tienen que ser del Estado.

«Las competencias de sectores estratégicos, no la gestión, tienen que ser del Estado y no de las autonomías»

«Rosa Díez es una figura muy importante, pero no soy mitómano, estoy en UPyD por las ideas

Perfil:

Playu y filósofo

Algún lector de estas líneas podría pensar que el titulo del encabezamiento es ocioso, redundante, un pleonasmo. Y es que Armando Fernández Bartolomé nació en Cimadevilla, en el barrio alto gijonés, por lo que es playu y, por tanto, filósofo de cuna y horizonte, que dirían sus paisanos del solar marinero. Pero lo cierto es que este gijonés de 51 años (nació en 1958) estudió Filosofía en las universidades de Salamanca y Madrid. Y además es profesor de la misma materia en el instituto Rosario Acuña. Casado y con dos hijos, el nuevo coordinador de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), no muletea de nuevas en el albero político. Antes de ingresar en el partido que gobierna la diputada nacional Rosa Diez, principal activo electoral de la formación, este playu filósofo anduvo enrolado en Nueva Izquierda, una de las formaciones que segregó Izquierda Unida (IU) desde sectores de la coalición que, poco a poco, fueron derivando hacia el PSOE. No fue el caso de Fernández Bartolomé, que se mantuvo lejos de la tentación bipartidista hasta que en septiembre de 2007 acompañó en primera línea al grupo fundador de UPyD. Desde el pasado 24 de abril es su principal dirigente en la mayor ciudad de Asturias, una plaza electoral en la que algunos analistas dan a su partido posibilidades de obtener representación municipal.