Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

Pepe y Marisa se han hecho casi de la familia gracias al voluntariado de Cruz Roja. José María Costales es un vecino de Venta las Ranas (Villaviciosa) que vive solo a sus más de 80 años y recibe una o dos veces por semana la visita de Marisa Fernández Vega, que ya es para él «como una hermana o una madre», asegura. Este hombre valora inmensamente la compañía de esta voluntaria de Cruz Roja que consigue paliar su soledad en la medida de lo posible, aunque es muy querido en el pueblo y cuenta con el apoyo de sus vecinos. Sus conversaciones suelen versar sobre la vida de Costales y otros asuntos que tienen en común, como el centro social al que ambos son asiduos. Pero lo que este hombre espera con anhelo es el acompañamiento en la visita quincenal a su esposa, en la residencia de ancianos de Villaviciosa.

Este voluntariado forma parte del programa piloto «Cerca de ti» que se desarrolla en la Comarca de la Sidra -en Asturias, también se hace en Gijón- a través de Cruz Roja, constituyendo uno de los diez puntos de la geografía española participantes. Su coordinadora en la comarca, Marta Diez, señala que el objetivo de este proyecto es «paliar situaciones de soledad en personas mayores de 80 años que viven solas». Agrega que se lleva a cabo con apoyo de los voluntarios, que al menos una vez por semana realizan visitas a domicilio o acompañamiento a la hora de hacer tareas cotidianas como acudir al médico o ir de compras. También se persigue «fomentar el ocio y el tiempo libre, utilizando los recursos de la zona», apunta Diez.

Los requisitos para poder participar en este programa es disponer de teleasistencia, ser mayor de 80 años, vivir solo, no padecer demencias y carecer de un servicio similar o ser usurario de un centro de día. A partir del 31 de octubre, fecha en la que finaliza el programa, se elaborará una memoria para analizar los resultados, ya que se persigue una futura implantación a nivel nacional.

Se tendrá en cuenta la percepción del usuario sobre su calidad de vida. Para poder establecer una fiable comparación se han creado dos grupos. El experimental consta de diecisiete ancianos que sí reciben visitas regulares y otro, el de control, formado por 24 participantes que tienen encuentros con los voluntarios.

Marta Diez destaca que una de las patas de este proyecto que necesita más apoyo es el del voluntariado, ya que sólo cuentan con cuatro personas que estén dispuestas a realizar acompañamiento a personas mayores. «Nos faltan otras trece», manifiesta. «Principalmente en Nava, Cabranes, Bimenes y en Villaviciosa». En este último concejo se precisan en las zonas de Argüeru, Sietes, Santa Marina y Niévares.

Destaca que aprecian que «en la zona rural hay más apoyo vecinal que en la urbana». «Los índices de soledad son más bajos en la comarca que, por ejemplo, en Gijón». No obstante, añade que también observan que en los pueblos «hay más reticencia a que personas desconocidas acudan de forma regular a sus casas». Las mujeres prefieren el acompañamiento de otras féminas por temor a levantar comentarios.