Miriam SUÁREZ

La tramitación del área residencial de Jove ha dado un paso más. El avance se ha producido en la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, que acaba de aprobar el documento en el que se evalúan los posibles impactos de la actuación. De las tres alternativas presentadas, se considera como «más razonable» la que parte de una edificabilidad media. Su ejecución generará en torno a 1.900 viviendas.

También se ha barajado la opción de dejar la zona tal como está -obligatoria por ley-, así como la de aplicar una edificabilidad que superaría la barrera de los 2.000 pisos, pero ambas quedan descartadas. La primera, por defecto, y la segunda, por exceso. Los promotores del proyecto, en cualquier caso, deberán incorporar a sus informes de sostenibilidad «un estudio de demanda que justifique la necesidad del desarrollo» que se va a llevar a cabo.

La Consejería de Medio Ambiente considera «necesaria» dicha documentación, «dadas las características» del proyecto. La de Jove será la primera operación urbanística de Asturias que promovida por la iniciativa privada se destine íntegramente a vivienda protegida. Esta fórmula, creada al amparo de la nueva ley del Suelo, obliga a modificar el Plan General de Ordenación gijonés, donde el terreno del área de Jove aparece calificado como no urbanizable.

El ámbito de actuación ocupará una superficie de 253.888 metros cuadrados, entre la carretera de la Campa Torres y la futura ronda de El Musel. Su recalificación es posible porque todos y cada uno de los pisos previstos se venderán en régimen de protección. El precio, por tanto, estará regulado por la Administración autonómica. El convenio que bendice este proyecto ya pasó por el Pleno municipal del mes de febrero, aunque todavía está pendiente de la aprobación del Consejo de Gobierno del Principado.

Cuando el Ejecutivo regional dé su visto bueno al acuerdo, los promotores presentarán a los servicios urbanísticos municipales el plan especial que detalla la operación, en el que se incluirán las medidas correctoras oportunas para minimizar las afecciones sobre el paisaje. A la vez, se entregará el correspondiente proyecto de urbanización, para que ambos documentos puedan tramitarse de forma paralela y ahorrar tiempo. Se calcula que, aun así, el procedimiento administrativo tardará entre seis y nueve meses.

Detrás del plan de Jove se encuentra la sociedad Áreas Residenciales Concertadas, en la que unen fuerzas cuatro constructoras asturianas. Este grupo empresarial se formó expresamente para esta operación, de la que empezó a hablarse hace más de dos años.