R. VALLE

Emulsa prepara su revolución tecnológica. No incluye un sistema de teletransporte de la bolsa de basura desde la casa al contenedor de residuos, pero, a partir de ese recipiente, todo estará controlado y monitorizado desde un nuevo centro de control tecnológico que se ubicará en una de las naves que conforman la sede de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano en Roces. La entidad que preside la concejala Dulce Gallego y dirige la gerente Pilar Vázquez tiene en marcha tres proyectos singulares que, a partir de la introducción de las nuevas tecnologías en su trabajo cotidiano, garantizan una mayor diligencia y el ahorro de tiempo en la respuesta que se da a los ciudadanos a la hora de atender un aviso.

Los inspectores pasarán del parte de papel a la PDA a la hora de concretar un aviso y los vehículos de la flota de Emulsa y los contenedores de la calle contarán con un chip que integra una memoria con toda la información que necesitan los operarios de la empresa para sacar adelante el trabajo. La información de unos y otros será analizada en el centro tecnológico. «La idea básica es optimizar los recursos que tenemos para ahorrar tiempos», explica Pilar Vázquez, que calcula tener todo el sistema operativo a «principios del año que viene». Por ahora están en marcha contrataciones por un valor de 560.000 euros, de los que 320.000 se financiarán gracias a partidas del fondo estatal para el empleo y la sostenibilidad. Sólo el centro de control tecnológico, diseñado por los arquitectos Maximiliano de la Rasilla y Enrique Argüelles, tiene un coste de 370.00 euros. Ese corazón informático de Emulsa recogerá todos los datos que personas y equipos le envíen sobre unos monitores donde estará implantado un sistema cartográfico para tener perfectamente localizados todos los elementos fiscalizados por la empresa. Además, el centro de control nace con un afán divulgativo. Su diseño ha tenido muy en cuenta que será uno de los elementos de visita de los grupos, sobre todo de niños, que se pasan por Roces para ver qué se hace en Emulsa.

En cuanto al control de los vehículos y mobiliario de Emulsa, el sistema comienza con la monitorización de 29 vehículos de recogida de residuos -23 recolectores de carga lateral y 6 unidades lavacontenedores-, y otros 37 de limpieza viaria, en concreto 19 barredoras, nueve baldeadoras, tres fregadoras, tres cubas y tres camiones de recogida de muebles, pero la intención final es llegar a todos. El software permitirá tener localizados los vehículos e información concreta por cada punto de control, pero también, por ejemplo, identificar a los operarios que los están utilizando o la recogida de datos sobre información de producción, kilómetros recorridos, velocidad media... El sistema incluye la identificación de contenedores mediante etiquetas de radiofrecuencia. Una lectura automática y se sabe, por ejemplo, si ese contenedor ya ha sido lavado.

Todas esas actuaciones servirán para agilizar el trabajo de los operarios de Emulsa, pero la posibilidad de notificar incidencias, avisos o partes de manera automática apoyará aún más el ahorro de horas en la respuesta a las peticiones ciudadanas. Ahora mismo el parte de una incidencia se hace en papel, se entrega en la oficina y se pone en manos del equipo a la mañana siguiente. Ello hace que se pueda atender en menos de 48 horas el 85% de las peticiones que llegan tanto de los ciudadanos como, sobre todo, del propio personal de Emulsa. La intención es que ese tiempo de respuesta mengüe o, incluso, se pueda solventar un problema de forma inmediata.

Un ejemplo. Un inspector comunica desde su PDA a la oficina central que hay un contenedor roto en una calle. Si desde el corazón tecnológico se observa que hay un equipo de mantenimiento cerca, se avisa y se cambia. La revolución ya está en marcha.