R. VALLE

Los responsables de la Asociación Gijonesa de Caridad (Cocina Económica) acaban de dar un paso sustancial para hacer realidad el deseo de su benefactor Luis Evaristo Bango de impulsar una residencia de ancianos en la ciudad. El Ayuntamiento ha concretado la venta a la entidad de una parcela de 10.439 metros cuadrados en el área de Somió -en el ámbito de la finca «Monte Alegre» que ocupara la Pecuaria- destinada a albergar un equipamiento asistencial para mayores. El Ayuntamiento publicitó hace unas semanas el contrato de enajenación de la parcela para hacerla accesible a cualquier empresa o particular. La Asociación Gijonesa de Caridad presentó la única oferta que se recibió en el servicio de contratación municipal.

La oferta de los directivos de la Cocina Económica cumple estrictamente con los mínimos exigidos en el pliego técnico de adjudicación. La propuesta económica se ajustó a los 1.965.141 euros (que se elevan a 2.279.564 con la suma del impuesto sobre el valor añadido) marcados por el Ayuntamiento y la propuesta de plazas ofertadas también asume como propia la petición municipal de 120. La propuesta municipal impone que el destino del solar sea una residencia de ancianos durante diez años de manera ininterrumpida y fija limitaciones en la construcción física del equipamiento al asumir que la altura máxima sea de tres plantas.

El interés de la Cocina Económica en tener una residencia de ancianas se vincula a las exigencias impuestas en la herencia recibida en el año 2006 del millonario gijonés Luis Evaristo Bango, que les dejó un legado que se cuantifica en unos 18 millones de euros. La entidad ya ha accedido a la mitad de este patrimonio pero debe luchar en el juzgado por el resto que está retenido en bancos de Suiza.