Ángel CABRANES

Purificación García es una de las diseñadoras españolas con mayor trayectoria internacional edelas últimas tres décadas. La sencillez y discreción en las líneas de sus creaciones la han definido a lo largo de las más prestigiosas pasarelas. Cuida hasta el último detalle, hasta el punto de retocar su maquillaje ante el mínimo atisbo de que algo no está como a ella le gusta. Se define como una persona con «pasión por el sudeste asiático» y es allí donde ha encontrado su última inspiración: un bolso con luz interior, que ayer presentó en Laboral Centro de Arte.

-¿Cómo vendería este revolucionario complemento?

-Es divertido, joven, con unos colores especiales para el verano, hecho en un material fácil de llevar en el día a día y cuesta poco, 59 euros.

-¿Qué compromiso social esconde?

-En los últimos años buscaba sumarme a un proyecto solidario, pero que realmente fuera comprometido y serio como éste. La artista Alicia Framis fue quien eligió Uthar Pradesh, una de las zonas más pobres de la India, y, más en concreto, la aldea de Dallipur. Allí reside una comunidad que todavía vive sin alumbrado. Pensamos en crear un bolso con iluminación, que reflejara una luz de esperanza. Además, el uso habitual de este complemento, contribuiría a tener una conciencia solidaria a diario. Junto a Manos Unidas lo materializamos y todos los fondos recaudados irán destinados a financiar el desarrollo de este pueblo.

-¿Cuándo se originó la idea y por qué contó con la Laboral?

-Tengo muy buena relación con Rosina Gómez-Baeza (directora de la Laboral Centro de Arte y Creación Industrial) desde hace mucho tiempo. Ella es una persona seria y comprometida, en la que se puede confiar. Todo surgió hace dos años, en una comida que realizamos juntas. Fuimos ampliando nuestras opiniones en reuniones sucesivas y, en una de ellas, elegimos a Alicia Framis para que les diera forma. A partir de ahí todo se fue dando y me parece mentira que ahora se haya hecho realidad.

-Además, ha sumado la ayuda de un ingeniero, David Cuartielles, algo que habitualmente no suele darse en el mundo de la moda.

-Sí. Llevar la luz al bolso ha costado muchas reuniones y peleas. No es nada sencillo. David ha desarrollado diversos prototipos y además nos ha ayudado a que finalmente contara con esa iluminación que le diferencia y que le da sentido. Sin él no hubiera podido posible. Es un gran profesional.

-¿Qué ha supuesto para usted esta última creación?

-Ha sido todo un reto. Tuve mucho miedo a que realmente no fuera factible reunir tantos temas culturales. Es un proyecto que aúna la moda, el arte, la tecnología y el compromiso social. En ellos participan diferentes entidades, La Laboral, la artista (Alicia Framis) y yo misma. Ha sido muy difícil complementarnos para que todo saliera adelante. Para mí es una idea que me hace especial ilusión, porque hace tiempo que estoy muy involucrada con la India.

-¿Le ha servido la experiencia para continuar en sus próximas creaciones con proyectos de las mismas características?

-Por su puesto. La Laboral es un lugar que te permite transmitir al público muchas inquietudes. Ha supuesto avanzar en nuevas proyecciones que aún están por descubrir. No descarto poder continuar aquí con diseños similares.

-¿La moda del futuro tendrá mucho que ver con las nuevas tecnologías?

-Todos los caminos son buenos. Lo importante es encontrar retos nuevos para desarrollarla, si no, estás muerto. Nosotros también hacemos un concurso de fotografía en el que permitimos que todos los artistas puedan exponer sus obras. Hemos presentado ya la octava edición el pasado mes de abril en Madrid. A veces cuesta mucho encontrar esos espacios para la gente joven.