Director de orquesta, mañana dirige a la OSPA en la Laboral

Eduardo G. SALUEÑA

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias ofrecerá mañana, a las 20.30 horas, un concierto excepcional en el teatro de la Laboral, dentro de la programación conmemorativa del Día Marítimo Europeo. El director titular de la Orquestra Simfònica del Vallès, Rubén Gimeno (Valencia, 1972), será el encargado de dirigir a la orquesta en un programa que contará con el pianista José Menor, oriundo de Sabadell, como solista.

-Su formación como director de orquesta es amplia, habiendo pasado por países tan diversos como Estados Unidos o Suecia ¿Qué concepto tienen allí de la enseñanza y práctica musical?

-Posiblemente, uno de los factores que más destaca en la formación musical americana es la gran cantidad de medios disponibles para poder trabajar y desarrollar proyectos, lo cual siempre resulta un estímulo importante. Por otro lado, bien es sabido que en ciertos países del norte de Europa hay un sólido modelo educativo, lo que también se refleja en la concepción musical que allí tienen. Además, se preocupan mucho por integrar a los estudiantes en la vida profesional. Ellos te dan la oportunidad antes de que puedas demostrar que estás preparado.

-¿Considera que ha podido decaer el interés de los jóvenes hacia la audición de música clásica y la asistencia a conciertos en directo?

-Es una cuestión difícil de analizar. La amplia oferta de propuestas a veces puede desorientar y causar cierta apatía. Los jóvenes hoy se comunican a través de las redes sociales, y creo que nosotros debemos aprovechar todas esas nuevas vías de comunicación. Ahí está el futuro. Fíjese que uno de los conciertos de la orquesta con más éxito fue el que dimos junto al violinista argelino Gilles Apap, muy popular por incluir elementos de estilos populares en su interpretación. Gracias a sus apariciones en el portal «youtube» se generó una gran expectación acerca de cómo sería el encuentro con la orquesta. La experiencia fue realmente fantástica.

-Entre sus próximos planes figuran la apertura de la temporada de Otoño del teatro de la Zarzuela de Madrid y la puesta en escena de «El sueño de una noche de verano» en el Festival Mozart de A Coruña. Como director ¿En qué genero se siente más cómodo?

-Mentiría ahora mismo si me quedase sólo con uno. Me encuentro en un momento personal y profesional en el que no estoy cerrado a ningún género, y tampoco busco especializarme en este momento en uno u otro ámbito. Sí es cierto que ha habido algunos aspectos, en cada género, que a priori veía de una forma y que mientras trabajaba se ha ido modelando, tanto en el buen sentido como en el mal sentido.

-¿Le interesan otros estilos musicales fuera del ámbito académico?

-Por supuesto, aunque desgraciadamente ya no tengo tanto tiempo para escuchar música y conocer cosas nuevas. Siempre me han interesado el jazz o el flamenco, por ejemplo. En la OSV hemos trabajado con Pasión Vega y ha habido un intercambio muy interesante, aprendiendo todos y materializándolo en un concierto muy especial. En breve trabajaremos también con el pianista dominicano Michel Camilo.

-Recientemente ha dirigido a la Orquesta Sinfónica de Euskadi en una grabación de obras sinfónicas de Beltrán Pagola. ¿Cree que hay suficientes iniciativas en beneficio del mantenimiento del patrimonio musical?

-En mi opinión, nunca son suficientes. Resulta muy difícil crear un público que pueda apreciar este tipo de labor y que se interese por otros autores menos conocidos. También nos pasa a los profesionales de la música, es muy fácil recurrir a los mismos autores, y dentro de ellos, a sus mismas obras. Las tres últimas sinfonías de Tchaikovsky se programan habitualmente, pero ¿Y las tres primeras? Es sólo un ejemplo, pero considero muy importante que entre todos aportemos nuestro granito de arena para dar a conocer catálogos de compositores que, por una razón u otra, no pudieron alcanzar una difusión mayor.

«Me encuentro en un momento personal y profesional en el que no estoy cerrado a ningún género»

«Las tres últimas sinfonías de Tchaikovsky se programan habitualmente pero ¿y las tres primeras?»