R. G.

«Al payo se le fue la mano y me he metido en un lío. Le dio un puñetazo al tío y lo tiró al suelo. Sólo queríamos 20 euros para una consumición». Esta es una de las frases que la Policía de Gijón pudo escuchar tras intervenir los teléfonos de S. G. G., el joven que luego sería detenido como uno de los responsables del fallecimiento de Rubén Sevillano Medina, el camarero de Pumarín cuyo cadáver fue descubierto por un taxista a principios del mes de febrero.

El testimonio de este conductor, el de una trabajadora de una tienda cercana y los «pinchazos telefónicos» ayudaron a los policías encargados del caso y facilitaron una investigación que luego llevaría al arresto de los dos acusados: el joven S. G. G. y A. M. G. M., de 37 años. Cuando los agentes tuvieron suficientes indicios de la participación en los hechos del primero de los detenidos, el juez les dio permiso para intervenir su teléfono. En varias conversaciones, el joven, que actualmente se encuentra en prisión provisional, asegura que un «payo» que había conocido esa misma noche de fiesta le había «metido en un lío».

Los dos acusados salieron de un bar de Pumarín en el que se encontraban «de fiesta» y se encontraron con Rubén Sevillano Medina cuando éste regresaba a casa procedente del bar de Cimadevilla en el que trabajaba. Fue entonces cuando decidieron asaltarle «para cogerle 20 euros con los que pagar una consumición que debíamos». Con el fin de conseguir este objetivo, uno de los ahora implicados golpeó a su víctima asestándole un fuerte puñetazo en la cabeza y se alejó corriendo del lugar. La víctima sufrió un paro cardiaco y falleció a los pocos minutos.

El primer detenido, S. G. G., carece de antecedentes penales. El segundo, A. M. G. M., es padre de dos hijos y vecino de la zona oeste de la ciudad. Tras este segundo arresto los agentes del Cuerpo Nacional de Policía registraron el domicilio del imputado, que actualmente se encuentra también en prisión.