R. VALLE

Ocho organismos públicos han participado en la elaboración del primer documento medioambiental vinculado a la tramitación del nuevo Plan General de Ordenación. Este documento de referencia, que será la base del futuro Informe de Sostenibilidad Ambiental, establece una serie de matices para preservar la riqueza del Gijón verde frente al desarrollo de nuevo suelo residencial e industrial. Sugerencia a sugerencia cada organismo consultado por la Consejería de Medio Ambiente pide al Ayuntamiento de Gijón que tenga cuidado con sus hábitats de protección, sus paisajes y la riqueza de su patrimonio a la hora de realizar el documento final de planeamiento.

Muchas de estas sugerencias tienen que ver con las parroquias de la zona rural gijonesa y parten de la imposición de preservar los hábitats de interés comunitario, los tres monumentos naturales que tiene Gijón en la Red Regional de Espacios Protegidos -el carbayón de Lavandera, la carbayera de El Tragamón y el yacimiento de icnitas- y la Zona de especial protección para las aves de San Andrés de los Tacones. De hecho, y en esa parroquia, los responsables del Servicio de Medio Natural ven la oportunidad de usar la revisión del PGO para crear una «zona tampón» en terrenos colindantes a los espacios ya protegidos «ampliando la clasificación de especial protección para el monte Angelín y el río Aboño al monte de La Granda, así como la vega del arroyo de La Vega».

Esa sería una de las manchas de protección que el recién presentado informe de la consejería de Medio Ambiente plantea se puedan vincular a otras para apoyar la generación de un gran corredor medioambiental. El resto de las áreas que deberían seguir ese criterio de conectividad son el área del monte de Caldones a la zona de la Llomba, la zona de conexión entre los montes de Baldornón y el monte de Llagón, la zona de Talameruca y el Pico milcuatrovientos, los espacios del Pangrán, Pico Sol y monte de Lavandera hasta las vegas de los arroyos de Fuente de Berros y Santa Cecilia, la zona situada entre los montes Batiao y Pica, el monte de Fano, la zona de Las Cabañas al noroeste del nuevo ámbito de desarrollo residencial de Jove y la zona de ladera situada al suroeste del concejo, que incluye los montes de Baldornón y Caldones.

El listado de sugerencias impone al Ayuntamiento que tenga especial atención en Jove y el Alto del Infanzón a la hora de realizar un estudio de paisaje, que diseñe medidas de protección de los cauces y vegetación asociada en los arroyos de Vega y Pinzales y que, además, se favorezca una mejora ambiental del canal del arroyo del Molín y del río Piles y su parque fluvial con respecto al restablecimiento de riberas deforestadas con la plantación de árboles y arbustos propios de la ribera de ese río.

El concejal popular Pablo Fernández mostraba ayer su «satisfacción» por las propuestas de la Consejería de Medio Ambiente que considera mucho más cercanas al desarrollo del Gijón de la próxima década presentado por su partido que al diseñado desde el equipo de gobierno con su documento de prioridades. «Cuando nosotros propusimos todas estas cosas se nos dijo que eran ocurrencias. Ahora se ve que nuestro documento era mucho más reflexionado y estaba mucho más documentado que el suyo», explicó. El PP siempre ha criticado la fórmula de trabajo del equipo de Pedro Sanjurjo en el diseño de este planeamiento «porque empezaron la casa por el tejado.