J. M. CEINOS

Bajo la nomenclatura EAJ-1 salió al aire la primera emisora de radio española. Fue en Barcelona, en 1924, al principio de la Dictadura de Primo de Rivera. Las iniciales otorgadas a Radio Barcelona se correspondían con España (la E) y con las estaciones de telegrafía sin hilos (AJ), mientras que el número 1, naturalmente, por ser la primera. Después llegaron las concesiones a Radio España de Madrid EAJ-2, Radio Cádiz EAJ-3, etcétera.

Gijón no podía quedarse al margen del nuevo medio de comunicación, aunque tardaría unos años en contar con su primera radio emisora, que saldría al aire el sábado 9 de diciembre de 1933, tras serle concedida la licencia y la nomenclatura EAJ-34 a Ramón Mario Fernández González, que era el dueño de un establecimiento muy popular en la época: Radio Electra, que estaba situado en la entonces llamada calle de Pi y Margall (en honor del político de la Primera República española), la actual de los Moros.

«Hoy sábado, a las siete de la tarde, se inaugura oficialmente la Estación instalada por la "Radio Emisora Gijón" en la calle de Pi y Margall, número 45. Al acto han sido invitadas las autoridades, representantes de organismos locales y prensa, y a juzgar por el programa que prepara, constituirá un verdadero éxito. "El Noroeste", por su parte, agradece la atenta invitación que le hace el director gerente de la nueva Empresa, don Ramón Mario Fernández», contó a sus lectores el citado diario gijonés en su número del día de la inauguración de la Radio Emisora Gijón EAJ-34.

El jueves que viene, 27 de mayo, Radio Gijón festejará sus primeros 75 años en las ondas hertzianas, con una fiesta que tendrá lugar en la sala Acapulco a partir de las siete de la tarde.

Pero el 9 de diciembre de 1933 el horno no estaba para bollos ni en Gijón ni en el resto de España. Dos años y medio largos después de ser proclamada la Segunda República, las elecciones generales celebradas el 19 de noviembre (en las que por primera vez pudieron votar las mujeres) habían dado el triunfo a los partidos de derechas, y menos de un mes después de los comicios, en los periódicos se podían leer noticias como estas, sacadas del diario gijonés «La Prensa» del 14 de diciembre: «En Barbastro fue recibida a tiros la Guardia Civil, resultando muerto un guardia (...) En Alcampel (Huesca) se proclamó el comunismo libertario (...) En Teruel el gobernador ha dicho que los detenidos pasan de 400».

En Gijón, los días del estreno de la emisora EAJ-34 también fueron movidos. En su primera plana del 10 de diciembre, «La Prensa» informaba a sus lectores de que «Se recrudeció el movimiento revolucionario (...) Por encuentros con la fuerza pública y actos terroristas, hubo ayer numerosos muertos y heridos (...) En La Felguera se declaró la huelga general y en Gijón estallaron anoche once bombas (...) Resulta gravemente herido un guarda jurado de la Junta de Obras de Gijón (...) En Valencia, la voladura de un puente produjo una catástrofe ferroviaria (...) Fue declarado el estado de alarma en toda España». Las redacciones no daban a basto para informar del «movimiento revolucionario anarco-sindicalista», en titular del diario «El Noroeste».

Y en medio de tanta conflictividad social se inauguró, en efecto, la primera estación de radio de Gijón. «La Prensa», el domingo 10 de diciembre, comenzó el relato del evento con las siguientes líneas: «Asistimos ayer a un acto de verdadera transcendencia, de alcance considerable que conviene destacar considerando que representa en la vida de Gijón algo de suma importancia (...) Representa tanto como incorporarse, decididamente, a la marcha de las poblaciones que por su importancia, su constante progreso y su espíritu emprendedor van en la vanguardia del progreso y no cejan en el loable propósito de servirse, para las necesidades de su diario vivir, de cuanto constituya modernidad útil (...) Medítese, un momento, sobre esto. Piénsese lo que significará. Calcúlese lo que será si esta nueva estación emisora de radio que lleva el nombre de nuestra villa, llega, algún día, a catalogarse entre las de fama internacional».

El «El Noroeste», menos entusiasta y sin dar un tratamiento informativo tan importante como su colega «La Prensa» a la inauguración de la EAJ-34, relató: «En el local se reunieron las autoridades presentes y representantes de la Banca, Industria, Comercio y demás de la vida activa gijonesa. La emisión oficial comenzó a las siete y media de la tarde, precedida de unas palabras de presentación de la estación por el locutor de Radio Gijón don Manuel Llaneza ("speaker" oficial y director artístico de la emisora), quien exhortó a todos los radioyentes a que cooperasen con su entusiasmo al continuo progreso de la estación difusora».

También relató «El Noroeste» que «los invitados fueron obsequiados con champagne y pastas», que «La Prensa» corroboró publicando que el ágape había sido «espléndido, rociado con riquísimo champán "San Remís", de delicado "bouquet", del que es única distribuidora la "Industrial Zarracina"».

Durante la inauguración de la emisora tuvo un papel destacado el poeta y escritor Pachín de Melás (Emilio Robles Muñiz), entonces popular colaborador de «La Prensa», quien, en un discurso, que como los restantes fueron radiados «y escuchados, por lo tanto, por los miles de radioyentes que ayer esperaban, como un verdadero acontecimiento, la inauguración de "Radio Gijón"», hizo «protestas de su bien conocido gijonismo e invitando a todos a que colaboren en la obra del progreso local» («La Prensa»).

En el programa radiofónico de la inauguración intervinieron la Banda de Música de Gijón, los actores gijoneses José Suárez, «Pinón», Joaquín Sánchez y José Rodríguez, la Orquesta Peerles y el Orfeón Gijonés. El cierre de la emisión lo puso el «Himno de Riego», o sea, el oficial de la Segunda República.

El mismo día en que empezaba sus emisiones Radio Gijón se inauguró también «el nuevo alumbrado de la plaza de Galán» (la actual del Carmen), «que consiste -contó «La Prensa»- en columnas con grandes ampollas terminales, colocadas en el borde de las aceras». Mientras, los vecinos de Cimadevilla, según «El Noroeste», estaban de suerte: «Mañana (11 de diciembre) van a realizarse pruebas de cañón en el Cerro de Santa Catalina. Será la última vez, pues dueño ya el Ayuntamiento de aquellos terrenos, no volverá a autorizarlas, tanto por la urbanización de que será objeto la Atalaya, como por los perjuicios que se ocasiona al vecindario».