Villaviciosa / Nava,

Mariola MENÉNDEZ

El sector turístico de la Comarca de la Sidra confía en que la temporada del verano, a la vuelta de la esquina, le permita, si no mejorar los resultados del año pasado, sí mantenerse a pesar de la crisis. La comarca tiene varias localidades con tirón turístico y fía gran parte de la captación de turistas a la rica y famosa gastronomía de la zona.

Gloria Caveda, copropietaria de un restaurante en Tazones -una de las villas con más tirón-, asegura que tiene una «buena perspectiva», ya que el pueblo está haciendo frente a la recesión económica porque «en cuanto sale el sol, la gente viene». «En estos puentes los hemos tenido todo lleno y no creo que baje en julio y agosto», manifiesta la restauradora. Matiza que a pesar de la complicada situación económica, los asturianos no están dispuestos a quedarse en casa aunque sí se ven obligados a apretarse el cinturón. «Notamos que se sustituyó el vino por el agua y hay más recortes», indica Caveda, como es el caso de los aperitivos, los cubalibres o las sidras de media tarde, además del alterne entre semana.

El restaurador Roberto Madiedo reconoce que gracias a que Tazones es uno de los lugares costeros más turísticos casi no han notado la recesión, aunque ha bajado la clientela nocturna y el consumo de bebidas graduadas, circunstancias que vincula más con los controles de alcoholemia.

El Museo de la Sidra, en Nava, es otro de los referentes en la comarca. Su director, Elías Carrocera, señala que es temprano para hablar de cómo se presenta la temporada estival, pero considera que «si la referencia es la Semana Santa, es buena». Agrega que «no hay menos afluencia, pero sí menos gasto. La tienda recauda menos». Pero las perspectivas en el sector hotelero no son tan optimistas, ya que los meses de julio y agosto se prevén «muy por debajo de los de hace dos o tres años, con entre un treinta y un cuarenta por ciento menos de reservas», apostilla Iván Solares, el presidente de la Asociación de Alojamientos de Turismo Rural «Folgar» de la Comarca de la Sidra.

Si en otras campañas, a principios de junio ya estaban realizadas la mayoría de las reservas de los meses estivales, ahora se dejan para última hora y se buscan más ofertas. También se reducen las estancias, pasando del mínimo de una semana de otros años a los cuatro o cinco días actuales, explica Solares. No obstante, los hoteleros confían en que «al final haya un repunte como el del año pasado, sobre todo, en agosto».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Villaviciosa para el Turismo (Avitur), Amable Bedriñana, cree que el verano se presenta peor que otros y apunta que además de las estrecheces económicas, el mal tiempo de esta primavera afectó. Apunta que el descenso de clientes en los restaurantes se sitúa entre el 35 y el 40 por ciento, reducción que se aprecia principalmente entre semana. «Confiamos en que después del duro invierno, ahora en el verano se anime, porque el 90 por ciento de los establecimientos de Villaviciosa vive del verano», señala. El sector mira con esperanzas a esta temporada para remontar una crisis que les está afectando directamente o, al menos, confían en no retroceder.