R. G.

Dicho y hecho. Los vecinos de Porceyo anunciaron el pasado fin de semana tras una asamblea que iban a dar un paso más en su lucha contra la suspensión del autobús que circulaba por su parroquia y ayer se movilizaron por primera vez. El líder vecinal de la zona, Jose Antonio Gutiérrez, asegura que en caso de que sus reivindicaciones no sean escuchadas por la dirección de Empresa Municipal de Transportes, los vecinos afectados radicalizarán las protestas en los próximos días.

En este primer acto de manifestación que tuvo lugar en el mediodía de ayer ante la iglesia de Porceyo, más de medio centenar de personas mostraron su malestar con la solución aportada por EMTUSA tras la retirada del autobús municipal. Los vecinos aseguran que el nuevo servicio, incluido dentro del Consorcio de Transportes de Asturias, no cumple con sus necesidades reales de la parroquia. El primer autobús, de los cinco diarios que pasan por sus calles, llega a Proceyo alrededor de las nueve de la mañana y, en palabras de Jose Antonio Gutiérrez, «eso no sirve para la gente joven que tiene que bajar a trabajar a la ciudad ni para los vecinos de otras zonas que vienen hasta aquí a residencias de ancianos por ejemplo».

Pese a las reiteradas quejas los vecinos aseguran que aún no han recibido respuesta alguna por parte de los responsables de los autobuses municipales. Los de Porceyo no son los únicos en quejarse. De hecho estos vecinos han abierto ahora una nueva vía de conflicto para Emtusa. Desde que el 8 de marzo se suprimieran los servicios de la zona rural han sido muchas las asociaciones de vecinos de Gijón que han elevado sus protestas contra los responsables de esta decisión.

«Llevábamos manteniendo esa línea de autobús durante más de 30 años y podemos demostrar con total certeza y con datos que al menos 26 personas cogían esa línea dos veces al día para ir y volver de Gijón por lo que no nos creemos el argumento de la empresa que dice que no le salía rentable seguir con la línea» asegura Jose Antonio Gutiérrez.