J. L. A.

El buque de GLD Atlantique que cubrirá la autopista del mar entre Gijón y Nantes-Saint Nazaire tendrá 180 metros de eslora y capacidad para algo menos de mil pasajeros, según las previsiones adelantadas por la naviera Grimaldi al consejero de Infraestructuras del Principado, Francisco González Buendía, y al presidente de El Musel, Fernando Menéndez Rexach, que visitaron el pasado martes, en el puerto de Barcelona, un barco similar al que cubrirá la conexión entre Asturias y la costa occidental francesa.

El pasaje del buque, que será del tipo denominado «ro-pax», es decir, para tráfico rodado y pasajeros, tendrá diversos servicios de ocio a bordo. El «Cruise Barcelona», nombre del barco que visitaron Buendía y Rexach acompañados por Guido Grimaldi, director de líneas de Short Sea de la naviera italiana, ofrece varios restaurantes, piscina, casino, zona infantil acotada, además de camarotes. El barco que hará el trayecto entre la terminal gijonesa y Nantes-Saint Nazaire podrá transportar unos 350 vehículos, entre camiones y coches.

Grimaldi, que tiene una flota de 125 barcos y opera en 110 puertos de Europa, América y África, con escalas diarias en 45 de ellos, y la francesa Louis Dreyfus controlan el 98 por ciento de GLD Atlantique, la empresa adjudicataria de la autopista del mar. El 2 por ciento restante pertenece a los puertos de Gijón y Nantes. El director general de la compañía, Paul Kiprianou, anunció el pasado viernes en Gijón, en una de las sesiones celebradas con motivo de la celebración del «Día Marítimo Europeo», que la autopista del mar entrará en servicio, previsiblemente, el próximo mes de septiembre. La conexión, que tiene 30 millones en ayudas de España y Francia, más otros 4 millones de subvenciones europeas, sólo está pendiente de su aprobación por parte del Senado español y de la Asamblea Nacional Francesa. La Comisión Europea ya autorizó esas ayudas. GLD Atlantique, que negocia con Renault y PSA (Peugeot Citroën) el transporte de vehículos fabricados en Francia hasta Gijón, ofrecerá en un principio tres servicios semanales, aunque el objetivo, según subrayó Kiprianou, es ofrecer una conexión diaria. El precio del pasaje será de unos 450 euros, aunque esta cantidad podría ser superior si hay una subida del coste del barril de petróleo.