R. G.

La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a un año y medio de cárcel y al pago de una indemnización de 10.075 euros a Florentino A. S., un ex empleado de una constructora gijonesa que, según el tribunal encargado del caso, desvió fondos de la empresa que trabajaba para construirse un hotel rural.

El presidente de la Sección Octava, Bernardo Donapetry, asegura en su sentencia que el ahora condenado «adquirió para sí electrodomésticos y muebles y utilizó para su hotel rural materiales y mano de obra que, imputando las facturas a obras de la empresa, cargó a la constructora y se quedó con el dinero que un cliente le pagó en mano por obras que le habían hecho en su piso».

Florentino A. S. empezó a trabajar para la empresa denunciante en diciembre del año 2004 con un contrato en prácticas. Posteriormente, el 11 de abril de 2005 firmó un contrato mercantil de «colaboración profesional». La estafa la cometió, según figura en el fallo judicial al que ha tenido acceso este periódico, entre abril de 2005 y agosto de 2006 «aprovechando su condición de encargado de obras». Fue precisamente en esa época cuando el reo comenzó la construcción de un hotel rural en la localidad de Corujedo, en el concejo asturiano de Riosa.