A. RUBIERA

La organización de las urgencias en los centros de salud de Gijón va a experimentar un ligero cambio a partir del próximo martes, día 1 de junio. Desde esa fecha, quien requiera de asistencia sanitaria entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana ya no dispondrá de una decena de puntos abiertos, sino que deberá dirigirse exclusivamente a los centros de salud de Puerta la Villa, El Llano, Parque-Somió o La Calzada. El resto de los centros grandes (exceptuados los consultorios) de la red de Atención Primaria de Gijón dejará de prestar atención como venían haciendo, hasta las diez de la noche, y cerrarán sus puertas dos horas antes: a las 20.00 horas.

Con la puesta en marcha de esta medida se busca, según explicó ayer el gerente de Atención Primaria del área V, Antonio Molejón, «anteponer la eficacia y la seguridad en la atención a la comodidad que suponía para los ciudadanos el poder disponer de un centro abierto casi en cada barrio de Gijón. En las zonas urbanas, como es ésta, hemos comprobado que no es eficaz ni eficiente primar siempre la accesibilidad». En el caso de los centros de salud de La Calzada, Puerta la Villa y El Llano, contarán como hasta ahora con dos equipos de enfermería y médicos para atender las demandas que surjan, con la garantía de que ningún punto quedará desasistido si surge una visita a domicilio. En el caso de el centro de salud de El Parque, que tiene una menor demanda de urgencias, la idea es reforzar el equipo hasta medianoche durante un tiempo, hasta que se vea si es necesario seguir con esa organización o se puede prescindir de un equipo.

La nueva organización de las urgencias urbanas no hospitalarias es sólo una iniciativa de la largamente cacareada reforma de la atención urgente y continuada en la región, que se lleva debatiendo largamente en distintos grupos de trabajo. Hace ya tiempo que tanto la administración como el personal implicado vienen manifestando un interés por racionalizar una asistencia y reconducir algunos hábitos ciudadanos.