Una semana después de la partida de Pedro Pablo Alvargonzález resulta que Francisco Piñera, otro emblema de la ciudad, imita el camino. Dado que otros ya han glosado con pelos y señales la figura de este personaje tan sólo me queda, amén de expresar en papel impreso (en el de LA NUEVA ESPAÑA, que comparto con su hijo) mis más sinceras condolencias, acabar con una frase que Dioni Viña (genial amigo común de «Luismi» y de servidor) me soltó un día, entre culinos, en Casa Ataúlfo: «Fonso, poco a poco, en esti Gijón vamos quedándonos sin referentes...»

En fin, D. Francisco, que descanse usted en paz.