Eloy MÉNDEZ

Jesús Rodríguez llegó al Palacio de los Deportes «a pasar el día» y se fue a casa tras descubrir el juego de la rana a sus «taitantos». Como él, 820 participantes tomaron durante toda la mañana de ayer el recinto deportivo en la quinta edición de «Mayores con marcha», programa de actividades deportivas y de ocio organizado por el Patronato Deportivo Municipal y la Fundación Municipal de Servicios Sociales. Para participar, sólo hacía falta tener más de 65 y ganas de sudar.

En una esquina de la pista auxiliar del Palacio, Javier Fernández explicaba a dos jubilados las reglas del goalball, un juego que consiste en lanzar una pelota sonora con los ojos cerrados y meter gol en la de enfrente, ocupada también por un adversario con antifaz. «Lo que más les cuesta es tener que agacharse constantemente, pero es muy bueno para hacer un buen ejercicio», comentaba el monitor. Como él, un joven dirigía cada una de las prácticas. «Aquí les enseñamos cuestiones relacionadas con la higiene postural, es decir, cómo hacer movimientos para frenar los dolores musculares», decía delante de un pequeño grupo Marina Álvarez, quiromasajista, monitora de qi song de salud y pilates y encargada ayer de la sección de «prevención de enfermedades de espalda». En el taller de papiroflexia, María Antonia Varela, de Pumarín, e Isidora Alegre, de Montevil, aprendían a hacer una pequeña cajita con papeles de colores. «La gente es encantadora», decía una. «Normal, a nuestra edad no queda otra», bromeaba la otra, recién salida de la clase de cestería.

Expresión corporal, risoterapia, kurling, badminton, bolos americanos, aerobic, fitball... La lista de actividades era casi tan grande como la de asistentes. Unos con camisetas rosas y otros con camisetas kkkk, la organización los dividía en dos grupos entre la pista auxiliar y la central, ocupada por la gran sesión de tai-chi y donde se escuchaban los consejos de la presentadora del evento, Arantxa Fernández. «Estamos agotadas, pero encantadas», comentaron Conchita Díaz y Julia Suárez nada más terminar su último ejercicio y antes de participar en una comida con baile que se organizó en el Pueblo de Asturias.