Fiscal de la Sala Segunda del Tribunal Supremo

R. GARCÍA

Javier Huete Nogueras es fiscal de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Desde el ministerio público persigue aquellos delitos que se cometen a través de internet. Javier Huete ofreció ayer una conferencia dentro del Congreso Nacional de Responsabilidad Civil, en la que habló sobre la delincuencia en la red. Durante su intervención en el Palacio de Congresos de la Feria, Javier Huete desentrañó los riesgos que entraña la web: «No hay que olvidar que salir ebrio en una foto en una red social puede hacer que te despidan del trabajo». En palabras de este fiscal, «todo lo que se cuelga en internet tiene consecuencias».

-¿Se está consiguiendo atacar la impunidad de los delincuentes que operan en la red?

-Internet guarda muy bien las identidades y tiene una capacidad inmensa para otorgar anonimatos. Hay páginas que permiten enmascarar correos electrónicos y direcciones IP. La tecnología, en este sentido, avanza muy rápido. Pero contra esos movimientos que buscan el anonimato están las investigaciones policiales que intentan desenmascarar a los delincuentes que operan en internet. A este problema hay que añadir el de la internacionalización de la red. Muchas páginas no tienen siquiera su base en España sino que operan desde países lejanos, lo que dificulta las investigaciones.

-¿El ciudadano es consciente de los riesgos que hay en internet?

-Creo que no hay mucha información acerca de los peligros que existen en la red. Los ciudadanos tienden a poner sus datos personales en internet sin pensarlo. Normalmente estos usuarios no saben hasta qué punto hay que protegerse.

-Entonces ¿está usted a favor del control en Internet?

-No se necesita exactamente un control. Internet es una herramienta que no necesita censura, lo que hace falta es autorregulación. Los propios usuarios tienen que saber lo que deben y no deben hacer en la red, aunque sé que eso es un poco utópico.

-Las redes sociales se han comprometido a no dejar acceder a sus servicios a menores de 14 años. ¿Lo cumplirán?

-Muchos menores ocultan su identidad para poder entrar en esas redes sociales. Comprendo que para las empresas que las llevan esta limitación de edad es muy complicada, pero disponen de herramientas para poder controlar sus páginas. Los niños son poco conscientes del valor y la calidad de los datos personales que están ofreciendo en la red.

-¿Es posible calcular los beneficios de las páginas que ofrecen contenidos protegidos por derechos de autor?

-Internet tiene infinitas páginas web en las que se cuelgan archivos protegidos. No me atrevo a hacer una valoración de los beneficios que esos portales pueden reportar. Es casi imposible abarcar todas las páginas y dar una cifra correcta.

-¿Qué consejo le daría a un padre para evitar que su hijo se meta en problemas en la red?

-Actualmente hay herramientas de control parental muy buenas que se pueden utilizar, pero yo no creo que el problema sea técnico sino más bien de calidad humana. Padre e hijo tienen que entenderse y comunicarse. Los mayores tenemos que ser capaces de entender hasta qué punto un joven necesita explorar un campo de expansión social que nosotros no hemos vivido. Las consecuencias de internet no se agotan en el círculo inmediato. Internet es como una gota que cae en el agua y se va extendiendo. Lo que no se puede es llegar a límites como los de inspeccionar el correo electrónico del niño, eso es invadir su intimidad.

-¿Cuál es su valoración acerca de los últimos cambios legislativos en cuanto a los delitos cometidos a través de internet?

-Hasta ahora la doctrina nos dice que no existe delito si se ha colgado algo protegido en internet sin ánimo de lucro. Si se hace de esta manera, no es delito, pero es ilícito, por lo que desde la aprobación de la ley de Economía Sostenible se permitirá cerrar la página por vía judicial.

-¿La intención del Gobierno no puede interpretarse como interés por censurar de la web?

-Las redes creadas para compartir archivos, las denominadas P2P, no tienen por qué ser malas; gracias a ellas se pueden compartir contenidos sin derechos de autor asociados. El Gobierno no tiene intención de censurar la web; para nada. Lo que hay que hacer es acabar con las actividades delictivas que se puedan desarrollar dentro de internet. No hay que olvidar que en muchas ocasiones hay grupos de música que cuelgan sus archivos en internet ellos mismos para tener mucha difusión, y eso es bueno. En el momento en el que la industria se dé cuenta de que se tiene que adaptar a la mentalidad de sus clientes solventarán muchos de los problemas que tienen creando, por ejemplo, páginas de descargas a precios asequibles.