C. J.

La adaptación al Espacio Europeo de la Educación Superior (EEES) se ha convertido en uno de los grandes desafíos de las universidades españolas. También para la UNED. Etapa que, según su rector, «estamos aprovechando para mejorar». En ese progreso se incluye la creación de un título propio dentro del sistema universitario no presencial para brindar el reconocimiento profesional y organizativo que hasta ahora no tenía el personal que trabaja en las bibliotecas. El objetivo es que este diploma universitario pueda ser considerado en el curriculum de los trabajadores.

Gimeno señaló asimismo que la biblioteca de la institución que representa fue una de las pioneras en obtener el certificado de calidad. Una de las apuestas que tienen para el futuro más inmediato pasa por facilitar mayores servicios a los universitarios.

El VIII Encuentro de Bibliotecarios de la UNED que desde ayer se celebra en el centro asociado de Asturias sirvió para poner sobre la mesa el valor de esta red. «Hasta hace poco, los fondos bibliográficos eran el elemento fundamental de esta casa», subrayó la directora general de Universidades, Miriam Cueto, en la jornada inaugural, donde la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, tuvo ocasión de valorar el importante papel que juega la UNED para conjugar empleo y estudios: «Ofrecéis unas prestaciones imprescindibles en nuestra comunidad autónoma», subrayó.