J. L. ARGÜELLES

El Musel, el principal puerto asturiano por volumen de tráficos, empieza a sacar ventaja a los puertos gallegos, fundamentalmente a los de La Coruña y Vigo, en la carrera por hacerse con nuevos tráficos y servicios para convertirse en uno de los puertos de referencia en el mapa atlántico de transporte de mercancías que defiende la Comisión Europea (CE).

La terminal gijonesa será la primera dársena española en enlazar por una autopista del mar con la fachada occidental francesa. GLD Atlantique (asociación de Louis Dreyfus Armadores y Grimaldi) ha confirmado que la conexión con Nantes Saint-Nazaire, en la desembocadura del Loira, entrará en servicio el próximo septiembre, una decisión que supone adelantarse en un año a la autopista del mar adjudicada a Transmediterránea para unir Vigo con Le Havre, también en la costa occidental francesa, y Algeciras.

La naviera española no tiene previsto poner en marcha su autopista del mar hasta octubre de 2011, una fecha que supone agotar prácticamente los plazos previstos en el concurso. Transmediterránea tiene aún pendiente de ratificación, además, el trámite de aprobación de subvenciones (30 millones, igual cantidad que recibirá GLD Atlantique, unas ayudas que aportan a partes iguales los gobiernos de España y Francia) por parte de la Comisión Europea (CE). La decisión de PSA (Peugeot Citroën) de retirar a Acciona Transmediterránea sus tráficos de vehículos entre Vigo y Saint Nazaire, que eran la base de los movimientos para la autopista del mar entre el puerto gallego y Francia, ha complicado aún más, si cabe, el proyecto. La Compañía Marítima Hispano Francesa mueve esos tráficos desde el pasado 1 de enero.

GLD Atlantique, que ofrece para la conexión entre Gijón y Nantes un buque ro-pax con capacidad para 150 camiones y 800 pasajeros, con tres servicios semanales de ida y vuelta entre Asturias y Francia, tiene un año por delante para convencer a los camioneros del «hinterland» de El Musel de las bondades del nuevo servicio, pero también a los transportistas gallegos y portugueses. Éstos evitarían el paso por los Pirineros y podrían embarcar por la terminal gijonesa. La naviera italo-gala negocia con PSA la posibilidad de introducir en España parte de su producción francesa de vehículos a través de Gijón, según adelantó el director general de GLD Atlantique, Paul Kiprianou, el pasado 21 de mayo en la Laboral.

El Musel no sólo tendra en servicio su autopista del mar un año antes que Vigo. La obra de ampliación al pie del Cabo Torres estará terminada ocho meses antes, al menos, que el dique exterior de La Coruña, en Punta Langosteira (Arteixo), según las previsiones aportadas por la Autoridad Portuaria de la ciudad herculina para negociar con el Ministerio de Fomento un crédito de más de 230 millones.

Ese plan subraya que los nuevos muelles coruñeses, que se destinan a minerales sólidos y líquidos, deben estar en funcionamiento en 2012, aunque en esa fecha no tendrá aún conexión ferroviaria con las instalaciones. La terminal gijonesa es, en cambio, el puerto español con mayor uso ferroviario, lo que le da una ventaja por la nueva política europea de transporte, que favorece el uso del barco y el tren.

El contradique del superpuerto coruñés, una estructura que elevará el presupuesto del puerto exterior de Punta Langosteira hasta los 789 millones (sin IVA), 77,4 millones más de lo que costará la ampliación de El Musel, no estará hecho hasta 2015, según publicó ayer «La Opinión A Coruña», diario del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA. Son plazos que ofrecen a la dársena asturiana una importante ventaja frente a la gallega, con quien compite, por ejemplo, para hacerse con tráficos leoneses, en concreto con lo de la comarca de El Bierzo. Algunos analistas portuarios consideran, además, que la nueva terminal de sólidos prevista para Punta Langosteira es una competencia innecesaria para el cercano puerto gallego de Ferrol.