R.V.

El Ayuntamiento de Gijón no está nada satisfecho con la decisión de la Consejería de Educación del Principado de Asturias de suprimir los puestos de dirección en las escuelas infantiles. Y por ello, y así lo hacía público ayer el edil de Educación, Justo Vilabrille, se está en conversaciones con otros ayuntamientos afectados y con la Federación Asturiana de Concejos (FACC) para intentar que el gobierno regional de marcha atrás en una decisión que dejaría a la docena de escuelas de bebés de la ciudad bajo la responsabilidad de sólo dos coordinadores de área. Vilabrille denunció que el anunciado cese de los directores de las escuelas, que se hace efectivo el próximo 31 de agosto, supone un incumplimiento del convenio firmado en el año 2002 entre el Ayuntamiento y el Principado para la gestión de las escuelas de bebés. «Esta situación no nos satisface como Ayuntamiento», remató el edil de Educación.

En el caso de Avilés, Langreo, Oviedo y Siero, como se podía leer en la convocatoria de plazas publicada ayer mismo en el Boletín Oficial del Principado, se designa un solo director por concejo. La Consejería de Educación abre esta convocatoria para cubrir seis plazas de dirección de escuelas infantiles a funcionarios de carrera del Cuerpo de Maestro que cuenten con la especialidad de Educación Infantil y tengan destinos en centros dependientes de la administración educativa.

Este conflicto sobre la dirección d e las escuelas de bebés no afectará a los proyectos que tiene en marcha el Ayuntamiento en Montevil, La Camocha y Nuevo Gijón. Justo Vilabrille lo confirmó al tiempo que mandaba un mensaje de tranquilidad a las 600 familias afectadas garantizando el perfecto funcionamiento de los centros de bebés.

Algo que no se tiene tan claro desde el sindicato SUATEA que considera imposible que seis personas puedan responsabilizarse y llevar adelante todas las escuelas infantiles de Asturias. «Es claramente insuficiente como mucho realizarán labores de supervisión como un inspector. Esta es una decisión gravísima porque supone desmantelar las escuelas de 0 a 3 años, que tanto costaron, y dejarlas funcionando como simples guarderías», explica Delfina de Poo. La portavoz del sindicato ve en esta decisión un paso más en el camino de los recortes que se inició hace un tiempo desde la Consejería de Educación. De Poo denunció también que el equipo de José Luis Iglesias Riopedre se negara a negociar la situación con los representantes de los trabajadores.

Por otro lado, Justo Vilabrille, aseguró en su comparecencia pública de ayer que las obras del colegio Jovellanos van «viento en popa» con la intención de abrir aulario el 1 de septiembre y que sigue en marcha el proyecto del colegio Campoamor.