R. VALLE

«Enviar informe sobre juegos infantiles a la alcaldesa de Langreo». Ese es el último apunte que se puede leer en el bloc de notas de la «blackberry» de Paz Fernández Felgueroso. El anterior es un aviso de un vecino sobre la existencia de un bache en la calle de Menéndez Valdés. Y es que la obsesión de la regidora por hacer suyas hasta las más mínimas peticiones que le hacen los gijoneses, y los que no son gijoneses, tiene desde hace un tiempo el inestimable apoyo de las nuevas tecnologías. A la hora de apuntar, Felgueroso combina con destreza la libretina y el boli que siempre lleva en el bolso con ese telefono inteligente que le permite trasladar de inmediato la sugerencia al concejal de turno. Normalmente con foto adjunta. Quienes trabajan con la alcaldesa saben que en cualquier momento les puede llegar a su correo electrónico la imagen de un contenedor de basura fuera de sitio o de una baldosa suelta que puede provocar la caída de un peatón. Dos obsesiones de la Alcaldesa. Abogada de oficio, Felgueroso sabe dónde está el peligro de una posible demanda al Ayuntamiento por responsabilidad patrimonial y no da tregua.

Nada escapa al ojo y al interés de una mujer que puede volver de un concierto coral celebrado fuera de Gijón con el apunte del número móvil del director de un coro que le ha gustado, por si el contacto fuera de interés para los organizadores de las actividades del teatro Jovellanos: o que es capaz de traer desde París una caja de chocolatinas donde cada envoltorio era una fotografía de la «Ciudad de la Luz» por si a algún confitero de la ciudad le podía interesar hacer lo mismo con imágenes de su Gijón del alma. Si un ciclista le habla de dispositivos especiales para cargar las bicis en la trasera de un autobús público, la Alcaldesa lo apunta. Si un vecino de Contrueces le notifica el peligro para los motociclistas de un bache en la confluencia de la avenida de El Llano con la calle Pintor Manuel Medina, la Alcaldesa lo apunta. Ella lo apunta todo porque tiene muy claro, aunque siempre haya sido motivo de risas entre la oposición, que los pequeños detalles que dan calidad de vida y no los grandes proyectos para sacar pecho en las inauguraciones son el máximo interés de los vecinos. Es su apuesta por la micropolítica. Y si no que se lo recuerden al anterior concejal de Urbanismo, Jesús Morales, que se llevó una reprimenda de la jefa por aplicar una ordenanza que sancionaba a los vecinos que ponían la ropa a secar en la fachada de su edificio sin preocuparse de si las casas tenían o no sitio para tender. El área de Urbanismo se tuvo que preocupar de imponer criterios que garantizasen que hubiese un espacio para tender, ya fuera dentro de la vivienda o en un patio de la comunidad.

Otra de las premisas de Paz Fernández Felgueroso es que en los ayuntamientos no hay que aplicar la fórmula del I+D+i sino las más sencilla del I+D+C donde la c es «simplemente copiar lo que otros han hecho antes y es bueno para la ciudad», explica la Alcaldesa. Por eso cuando viaja, ya sea en sus oficiales desplazamientos relámpago o en las vacaciones que suele compartir con sus hijos, sus nietas o las amigas de la tertulia feminista «Les Comadres», vuelve cargada de fotografías de todo lo que le ha llamado la atención. Da lo mismo que sea un carril bici que un casetón de mantenimiento eléctrico decorado con grafitis o que un modelo de farola solar.

Todas estas cosas, y muchas más, caben en esa libretina de Paz Fernández Felgueroso en la que va a apuntando lo que los gijoneses le dicen por la calle. La Alcaldesa confesaba al anunciar su retirada de la vida política municipal que a partir de mayo del año que viene «seré yo quien me acerque por la calle al Alcalde y le diga: ¿Tiene una libretina dónde apuntar?».