Á. CABRANES

Las tres ocasiones en las que Gijón sufrió un serio intento de invasión a lo largo de su costa desde mediados del siglo XVII hasta el inicio de la Guerra Civil española ponen al descubierto «las frágiles fortificaciones con las que contó la ciudad a lo largo de su historia, en comparación con otras comunidades limítrofres mucho más preparadas». Así lo relata Artemio Mortera en el libro «Las defensas de la Bahía de Gijón», presentado ayer en el museo Casa Natal de Jovellanos. El autor, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana (ARAMA) estuvo acompañado de Justo Vilabrille, concejal de Cultura y Paloma García, responsable de los museos arqueológicos de la ciudad.

«Siempre se confió en que Gijón, y en general Asturias, no fuera invadida por su costa debido a su pronunciada orografía, su desfavorable meteorología y sus pésimas comunicaciones. Esto llevó a que sus fortificaciones fueran más débiles que las de otras comunidades del norte de España. Sólo se fueron desarrollando algunas que servían para repeler el ataque de los corsarios que se acercaban a la ciudad para realizar saqueos», explicó Artemio Mortera. La evolución de las defensas gijonesas y las incursiones que tuvieron que desviar desde el siglo XVII vienen relatadas a lo largo de las más de trescientas páginas de una obra editada por KRK ediciones.

«El objetivo era que este libro sirviera como guía de una exposición cuya apertura estaba prevista durante estos días, pero los recortes presupuestarios han obligado a suprimirla», desveló el autor. Sin embargo, en el Cerro de Santa Catalina se «han habilitado ocho paneles informativos para que los visitantes conozcan cómo estaban distribuidas sus diferentes baterías de defensa», afirmó Justo Vilabrille. Éste es uno de los principales lugares en los que la ciudad se apoyó para proteger a sus habitantes, pero no el único. En la obra de Mortera también se describen las armas que custodiaban al pueblo desde el cabo de Torres y el cabo San Lorenzo. Artemio Mortera, nacido en Mieres en 1943, es licenciado por el Instituto Universitario de la Empresa, de Oviedo y es autor de veinte títulos referidos a temas de historia militar, como «Los carros de combate Trubia» o «La artillería en la Guerra Civil española».