Coordinadora de la Asociación Empresa-Mujer (ASEM)

Elías GALLEGO

María Antonia Álvarez lleva sólo cuatro meses al frente de la Asociación Empresa-Mujer (ASEM), y tiene ante sí el complejo reto de seguir creciendo junto a las 250 mujeres y más de mil empresas que forman su agrupación. Ayer estuvo en la Feria de Muestras charlando sobre el presente y el futuro de directivas y empresarias asturianas.

-¿Cuáles son los principales objetivos de su asociación?

-Nos reunimos el último lunes de cada mes con el objetivo de que cada empresaria se de a conocer y comparta sus inquietudes y problemas con las demás. Seguimos la estela que nos dejó Kike Gómez, una mujer excepcional y una visionaria. Ahora estamos intentando ayudar a las empresarias que están empezando en este mundillo mediante el «mentoring».

-¿En qué consiste?

-Es una herramienta mediante la cual una empresaria consolidada, con un bagaje importante, tutela a otra principiante y la guía en sus primeros pasos. Esto no quiere decir que resolvamos sus problemas. Es una forma de acelerar su proceso de participación en las redes empresariales. Siempre es bueno ir de la mano de alguien que te introduzca en esas redes. Luego, moverse una vez que se está dentro, es una tarea de las propias empresarias.

-¿Qué trabas y escollos tienen que superar las empresarias asturianas de hoy en día para llegar a lo más alto?

-En teoría tenemos las mismas oportunidades que los hombres, pero la realidad no es esa. Tenemos que liberarnos de esas mochilas que llevamos a cuestas desde hace tanto tiempo como son los hijos, los padres y la familia en general. Este acaba siendo uno de los motivos por los que muchas directivas no ascienden en las empresas; a veces prefieren renunciar a una determinada posición laboral en favor de seguir cuidando de su familia, por no sentirse culpables. Hoy en día seguimos teniendo una conciencia autoculpabilizadora muy grande.

-¿Qué puede hacer la mujer para mejorar la situación de desigualdad en el trabajo?

Lo más importante es tener autoestima. Cuando se plantea un ascenso, la mujer se cuestiona si estará capacitada para desempeñar ese nuevo rol. En un porcentaje muy alto la respuesta al ascenso es un «¿puedo contestar mañana o en unos días?». Sin embargo el hombre lo primero que hace es llegar a casa y decir «me han ascendido».

-Y ¿qué puede hacer el hombre?

-El hombre tiene que reconocer que hay diferentes formas de trabajo. No hay uno mejor y otro peor. Lo fundamental es el respeto. Al final todas las relaciones se basan en eso.

-¿En qué posición se encuentra Asturias respecto al resto de España en cuanto al empresariado femenino?

-Aunque siempre hay cosas que se pueden mejorar, Asturias es la tercera región con más empresarias y directivas de España tras Madrid y Cataluña. El tema del empresariado femenino en la región es bueno porcentualmente gracias al apoyo que hemos recibido de la Consejería de Industria, del Instituto Asturiano de la Mujer y de la Federación de Empresarios Asturianos, en especial de Severino García.

-¿Que futuro le espera a la mujer empresaria asturiana a corto y medio plazo?

-El otro día me sorprendió comprobar que algunas mujeres de los países nórdicos están abandonando el mercado laboral porque se han volcado tanto en el trabajo que sentían que olvidaban de su familia. Pero estos países tienen otra concepción de la vida diferente a la nuestra. De momento es importante apostar por la coeducación. En este sentido, una vez más, en Asturias se están haciendo muy bien las cosas.

«Cuando se plantea un ascenso, la mujer se cuestiona si estará preparada para ese rol; el hombre no»

Nació en Villablino en el año 1966. Está casada y trabaja codo a codo con su marido desde hace más de 15 años en una empresa de tecnología que se dedica a la teleformación y el i-learning. Tiene dos hijos, una niña de diez y un niño de doce años. En abril de 2010, tras el fallecimiento de su admirada amiga Kike Gómez se puso al frente de la Asociación Empresa-Mujer como coordinadora de la misma. Ahora, su agrupación cuenta con más de 250 empresarias y tiene una red virtual de 1700 empresas conectadas con la Asociación.