C. JIMÉNEZ

«A la escuela ilustrada de Villaviciosa» se dedicó ayer el día de Jovellanos en la Feria de Muestras. Y fue el presidente de Cubera, Etelvino González, maliayés de pro, el encargo de glosar la figura del prócer gijonés en el marco de los actos organizados por la Fundación Foro Jovellanos.

La concejala maliayesa de Cultura, Ana López Montes, también tuvo oportunidad de recordar que «hace tres siglos a Jovellanos ya se le homenajeaba en el Ayuntamiento de Villaviciosa». Los descendientes del ilustrado en el municipio vecino, el conde Alonso de Cienfuegos y su esposa Nieves, ejercen todavía hoy de anfitriones para todo aquel que desee conocer la historia jovellanista en la casa palaciega de Peón. «Con su presencia no hizo otra cosa que contribuir al beneficio de Villaviciosa», subrayó la edil maliayesa.

González destacó durante su intervención que Jovellanos no era sólo «un amigo, sino un maliayés más», muy enraizado en la vida civil y religiosa de la capital manzanera. Tanto es así que guardaba una estrecha amistad con los monjes cistercienses de Valdediós y con los franciscanos de la Villa. Pero lo más importante fue la profunda huella que dejó en hombres como Francisco de Paula, Bruno Fernández Cepeda, Plácido Jove Hevia y mujeres como Rita Caveda Solares, para quienes el ilustrado fue maestro de vida. «Jovellanos es el amigo que queremos para Villaviciosa, un patriota sincero, tan gijonés como asturiano, tan asturiano como español y tan español como ilustrado», concluyó González.