Eloy MÉNDEZ

Ya se sabe que cada uno cuenta la Feria según le va en ella y, por eso, es difícil sacar sólo una conclusión de las opiniones de comerciantes y directivos de la Cámara de Comercio acerca de las ventas durante los quince días de actividad en el recinto Luis Adaro. Lo que sí parece claro es que este año casi todos los puestos han notado la crisis económica y que, como mucho, algunos sólo han conseguido igualar los resultados de 2009. Además, la mayoría de los dependientes advirtieron ayer, última jornada antes del cierre, de un importante frenazo de las transacciones durante la segunda semana.

«Las ventas han ido peor que nunca, simplemente horribles». El lamento es de Elio Wichner, un argentino que, por cuarto año consecutivo, ocupó uno de los puestos del pabellón de Asturias con sus prendas de cuero y pieles. «He puesto abrigos que valen 500 euros a 150 y ni por ésas les he conseguido dar salida», aseguraba horas antes de la clausura de la quincuagésimo cuarta edición de la FIDMA. Para el encargado de Pequeña Curtidora, la crisis ha sido «la única protagonista» en los puestos.

No piensa lo mismo Baldomero Fernández, propietario de la fábrica de lámparas Aviluz. «Hemos conseguido las mismas ventas que el año pasado, nos vamos contentos. Hemos trabajado mucho, pero ha sido con recompensa», comentaba entre su mujer y su hija. Según este dependiente, la única forma de sacar beneficio en ferias como la gijonesa es «presentando al público un tipo de producto novedoso». De lo contrario, «no tienes nada que hacer».

Y mano sobre mano asegura haber estado Nacho Sanz, propietario de una tienda de antigüedades que ayer calificaba de «ruinosa» su estancia en la Feria. «Pagué por el stand cinco mil euros y sólo he conseguido dos mil durante las dos semanas de ventas», se quejaba junto a una mesita de madera de roble. Este autónomo, un veterano en el gran evento comercial del verano gijonés, asegura que «este año ha sido el peor» de la última década. «Es algo generalizado en toda España, la crisis se nota muchísimo y no podemos hacer nada para luchar contra ella», concluye.

Una crisis que también conoce de cerca María Rizos, una griega que regenta una tienda de chucherías. Según dice esta pequeña empresaria, que recorre toda Europa de feria en feria, «la situación es similar a la de otros países: pasa mucha gente, pero compra poca». Además, considera que, tras el final de la semana grande gijonesa, el ritmo de la actividad comercial descendió de forma significativa. «La última semana ha sido todavía peor que la primera», afirma.

La Peña Bolística El Piles se hizo ayer con el campeonato de bolos de la quincuagésima cuarta edición de la Feria Internacional de Muestras, que se disputó en las instalaciones deportivas del Pueblo de Asturias, completamente abarrotado por el público, tal y como se aprecia en la fotografía. Los gijoneses se impusieron por 14 a 9 al Villa de Noreña, gracias especialmente a la actuación de Nardo y Piani, que fueron los más destacados al conseguir las mejores puntuaciones.