Durante su intervención, el rector quiso tranquilizar a los docentes que, acreditados ya como catedráticos, aún no han tenido acceso a la plaza. «Premiaremos el trabajo», afirmó Gotor, «a pesar de las limitaciones presupuestarias». Para conseguirlo, la Universidad no sólo habilitará plazas de catedrático en áreas deficitarias, sino también en otras que, aun teniéndolos, cuentan con muchos docentes acreditados.«Nuestra intención es aplicar un nuevo baremo», añadió el rector, que hará «más flexible» el acceso a una plaza del máximo nivel.

Tras concluir su discurso -en el que Gotor no olvidó mencionar su apoyo a la candidatura de Oviedo como capital europea de la cultura en 2016, ni pasó por alto los problemas derivados del proceso de fusión de centros o la llegada del inglés a las aulas de la Universidad- el rector cedió la palabra al presidente del Principado.

Vicente Álvarez Areces ha comenzado ya a despedirse de las instituciones con las que ha mantenido relación durante los últimos once años como jefe del Ejecutivo asturiano, y ayer le llegó el turno a la Universidad. Aun así, Gotor le lanzó un órdago: «Aún nos queda por delante una dura negociación presupuestaria en la que estoy seguro de que el Principado pondrá todo de su parte para conseguir lo mejor para la Universidad».

En el discurso que cerró el acto, el presidente rememoró su llegada al Gobierno en 1999, «con la Universidad sumida en una prórroga presupuestaria». «Desde entonces hemos demostrado un sólido compromiso con esta institución, y no sólo en términos económicos», añadió, «sino como servicio público de calidad e implicado con la realidad de Asturias». Areces destacó el curso pasado como «uno de los más brillantes» en la historia de la institución, que fue «portadora de buenas noticias». Destacó así el reconocimiento del Campus de Excelencia como uno de los «logros» del equipo rectoral. El otro, haber logrado adaptar todas las titulaciones al Espacio Europeo de Educación «con el apoyo del Consejo de Gobierno del Principado». A pesar de ello, y dentro de una política de «racionalización del gasto», Areces advirtió que los nuevos grados «tendrán que mantener un número suficiente de alumnos de nuevo ingreso para mantener su existencia».

De cara al nuevo curso y entre las notas del himno universitario «Gaudeaumus igitur», en el aire quedó la frase de Unamuno con la que el rector cerró su discurso: «Pasemos de soñar a poner obra en lo soñado».