M. C.

La quiebra de Mina La Camocha dejó un reguero de 176 millones de euros en deudas entre diversos organismos estatales y entre prejubilados, a los que se suman otros 4,6 millones de euros de gastos del propio concurso hasta la fecha.

A pagar primero los gastos del concurso y después parte de las deudas con los acreedores se destinará lo que se ingrese por la venta de los activos de la empresa. Los activos fueron valorados en 53,18 millones de euros, aunque fueron puestos a la venta por la mitad de su tasación (salvo los 5,89 millones de euros en activos monetarios).

Las posibilidades de cobro de los acreedores dependen también de si se declara o no culpable el concurso, lo que acarrearía responsabilidades patrimoniales de los antiguos gestores de la mina. Los administradores concursales aún no han dado su parecer al respecto.