J. M. CEINOS

El proyecto gubernamental de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia) tiene como misión «promover en el corazón de Asturias el mayor espacio de oportunidad y el mejor comunicado con todo el mundo en el que ciudadanos y empresas puedan generar actividad económica, contribuyendo al desarrollo regional y al bienestar del conjunto de la sociedad», con la visión de «ser la plataforma logística líder del noroeste de España posicionando al Principado de Asturias como eje fundamental del Arco Atlántico», según consta en la página web de la propia Zalia. Pero en Jesús Méndez Maderas, S. L., la única empresa asentada en los terrenos de la parroquia rural de San Andrés de los Tacones afectados por las expropiaciones para llevar adelante la Zalia, piensan todo lo contrario.

La firma comenzó sus actividades, en Roces, en el año 1998, y en 2001 trasladó sus instalaciones a una nave de 1.500 metros cuadrados de superficie situada en el barrio de Villar de la parroquia de San Andrés de los Tacones. Impulsada por los hermanos Jesús y José Méndez, la empresa, que se dedica al embalaje industrial con madera, está condenada ahora desaparecer, y con ello están en peligro diez puestos de trabajo.

La razón, explicó ayer José Méndez, es que «en el año 2004 nos enteramos, al ir al Ayuntamiento a solicitar los permisos para ampliar la nave, que nuestro terreno estaba afectado por las expropiaciones de la Zona de Actividades Logísticas. El resultado fue que desde hace seis años tenemos parada la ampliación, hemos perdido contratos muy importantes y el día 22 de septiembre (mañana), a las nueve de la mañana, en el edificio de la Antigua Pescadería Municipal, se firmará el acta de ocupación de la finca y de la nave y, a partir de entonces, nos podrán desalojar».

Durante los últimos años, los propietarios de la empresa de embalaje han negociado con los responsables de la Zalia para buscar una solución que para José Méndez es muy fácil: «Que nos dejen seguir donde estamos». Pero en la Zalia no son de la misma opinión. La nave de Jesús Méndez Maderas está situada en una finca de 30.000 metros cuadrados de superficie. «En la Zalia nos ofrecen 2,99 euros por metro cuadrado (89.563 euros) y 500.000 euros por la nave, pero con ese dinero no podemos reubicarnos en ninguna parte, puesto que en el polígono industrial más barato el precio del metro cuadrado está a 125 euros».

Desde la parte laboral, Miguel González, delegado de personal y miembro de Comisiones Obreras, tiene claro que «lo que vamos a hacer toda la plantilla, con la ayuda del sindicato, es luchar por nuestros puestos de trabajo, y el miércoles iremos a la Antigua Pescadería para evitar que esta empresa desaparezca».

Los accionistas de la Zalia son el Principado (40 por ciento de las acciones) y los ayuntamientos y autoridades portuarias de Gijón y de Avilés.