Eloy MÉNDEZ

El marinero ruso que el pasado 12 de diciembre apuñaló cinco veces a uno de sus compañeros en una estancia del buque chipriota «Wilson Malow», atracado en El Musel, será expulsado a su país en los próximos días. Así lo acordó ayer la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, tras escuchar la declaración del agresor, que reconoció «haberle propinado varias cuchilladas» a su colega georgiano durante el transcurso de una discusión. «Estaba borracho, no recuerdo ni siquiera cuándo saqué el arma, pero en ningún caso quise matarle», aseguró Alexander Zhuravskiv, de 33 años, que hirió a la víctima en la cara, la muñeca y el torso, «pudiendo dañarle algún órgano vital», según la Fiscalía.

Por este motivo, el apuñalado tuvo que ser trasladado primero al hospital de Jove y, después, al Central de Asturias, en Oviedo, donde permaneció ingresado debido a la gravedad de las heridas. Estos gastos sanitarios tendrán que ser abonados ahora por Zhuravskiv, que ayer mostró su arrepentimiento durante la vista oral del juicio, tras insistir varias veces en que su conducta se debió al consumo excesivo de alcohol.

La fuerte discusión que acabó en la agresión, se inició de madrugada y, durante la instrucción, se estudió la posibilidad de que la causa fuera un intento de agresión sexual por parte del acusado. «Lo único que puedo decir es que estaba en mi puesto de trabajo y que empecé a beber. Después me encontré a mi compañero y tuvimos un encontronazo. Saqué el cuchillo, pero en ningún momento tuve la intención de matarle, nunca quise asesinarle», alegó el ruso, que acudió al juicio acompañado por un traductor. Tras escuchar la declaración, los forenses Elena Brea y Alfredo Estébanez confirmaron la gravedad de las lesiones sufridas por el ciudadano georgiano a preguntas del abogado defensor, que intentó demostrar que las lesiones no supusieron un peligro real para su vida.

Tras las declaraciones, el letrado aceptó la expulsión de su cliente a Rusia, a expensas de un posible recurso en contra de la sentencia. Por el momento, el culpable de la agresión, soltero y vecino de una localidad en el norte de su país, permanecerá aún en la cárcel de Villabona, hasta que pueda viajar en un vuelo a Moscú. De esta forma, se pone fin a un extraño suceso que conmocionó en su momento a toda la tripulación del mercante «Wilson Malow», en el que desde hacía tiempo navegaban los dos implicados en esta truculenta historia.

Durante la vista oral de ayer, apenas se hizo hincapié en los motivos de la riña, ni sobre su posterior desarrollo. Según la calificación fiscal, basada en el estudio de los médicos forenses, las secuelas de la agresión son una cicatriz frontal derecha de cinco centímetros, otra de tres centímetros en el párpado superior derecho, dos en el dorso de la muñeca izquierda de siete y cinco centímetros y medio respectivamente, y otra de un centímetro en la región precordial, a nivel del tercer arco intercostal. La víctima, que no se presentó en la sala, renunció a cualquier tipo de pretensión durante el juicio, según especificó al tribunal la embajada de la Federación de Rusia en España.