J. M. CEINOS

«El auge de posiciones contra la inmigración, que desarrollan especialmente en Europa Merkel (canciller de Alemania) y Sarkozy (presidente de la República Francesa), parten, fundamentalmente, de la ignorancia; el propio Sarkozy es descendiente de inmigrantes, y desde luego asistimos a un auge de la derecha más rancia en Europa, que siempre sale adelante en las principales crisis económicas. Lo que espero es que no acabe como cuando empezaron a decir las mismas estupideces en los años treinta, y todos sabemos como acabaron», afirmó ayer Antonio Miguel Carmona Sancipriano, primer ponente que intervino en el Foro Permanente de Inmigración organizado por la UGT de Gijón y que inauguró, en la Escuela de Hostelería, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso.

Profesor de Economía en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid y miembro de la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Madrid-PSOE, Antonio Carmona incidió en que «la economía española fue una de las que más creció desde 1994 hasta 2007, y hay dos motivos por los que España creció más deprisa: por el sector de la construcción y por la entrada de inmigrantes».

De hecho, según los datos de Antonio Carmona, «de todo lo que hemos crecido, por ejemplo entre los años 2000 y 2006, aproximadamente el 40 por ciento se debe a la entrada de inmigrantes, por lo tanto la inmigración es un factor de crecimiento». En Asturias, explicó, «el 25 por ciento de los empleos nuevos creados en lo que va del siglo XXI han sido ocupados por inmigrantes».

Según el economista, los inmigrantes «no quitan puestos de trabajo» y «como dicen los últimos premios Nobel de Economía, muchas veces se produce paro debido a que la oferta y la demanda de empleo no es la misma. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, sin ir más lejos, sobran licenciados en Derecho y faltan pasteleros. Los mercados de trabajo no son homogéneos, por lo tanto dentro de esa heterogeneidad en algunos sitios se producen fuertes vacantes, que son las rellenan los inmigrantes, y en otros hay excedentes, que son los que no rellenan los inmigrantes». Y ahora, en plena crisis, en España «habrá que hacer política social, parecida a la que hicieron a los españoles cuando emigraban a Alemania», sostiene Antonio Carmona.