Oviedo, Raquel L. MURIAS

Ninguna de las playas gijonesas necesita arena; es más, la única que está perdiendo sedimentos en toda Asturias es la playa de Salinas, pero ni siquiera para ésta serían adecuados los sedimentos que se han almacenado en El Musel. Así lo dicen los expertos, que alertan de que alimentar a Salinas con estos granos sería un «grave error» que modificaría las características propias del arenal. Fue la Dirección General de Costas la que anunció que la arena acopiada por la Autoridad Portuaria de Gijón se destinaría a alimentar otras playas asturianas y no San Lorenzo, pero no concretó a cuáles.

El profesor del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, Germán Flor, explica: «Ni el tamaño ni la composición de los granos se asemejan a las arenas de la playa de Salinas». Germán Flor explica que los análisis llevados a cabo de las muestras extraídas del acopio de arena llevado a cabo en El Musel desvelan que esta arena tiene diferente granulometría y composición que la arena de Salinas. «La arena tiene dos componentes mayoritarios, que son el cuarzo o sílice y la conchilla carbonatada. La arena de Salinas tiene una concentración muy baja de conchilla, y por eso su color es casi gris. Nada que ver con la arena de El Musel».

Según los expertos, ninguna de las playas gijonesas están en peligro, porque las pérdidas de arena que acusan vienen derivadas por cambios estacionales. «Las tormentas arrastran la arena mar adentro pero luego se recuperan. Lo que sí es cierto es que esa arena tarda en volver más que en irse, porque vuelve a la orilla cuando el mar está en calma y desaparece rápidamente con el efecto erosivo de las tormentas», afirma el geólogo de la Universidad de Oviedo. Germán Flor apunta que la solución ideal para Salinas pasa por alimentar a la playa con arenas similares a las que tiene, «tal como se hizo en 2005». Para hacer este acopio de materiales ofrece el experto dos opciones; una, traerla de algún banco sumergido de la zona de Cabo Vidio o que las arenas de los dragados de la propia ría se deriven a la playa de Salinas. «Los dragados de la ría se deberían transportarse a la playa, además esto conllevaría a una gestión más barata porque no habría necesidad de depositar la arena mar adentro», apunta Germán Flor.

Según los cálculos que se hacen desde la Universidad de Oviedo, la playa de Salinas necesita, hoy día, ocho millones y medio de metros cúbicos de arena. «En ningún caso se debe usar el material acumulado en El Musel, sería un grave error y el resto de playas de Asturias no necesita arena», remata el experto.