La Asociación de Vecinos «Pando» de Poniente considera «absolutamente errónea» la propuesta urbanística del Ayuntamiento para los terrenos de Naval Gijón, y así lo ha hecho constar en forma de alegaciones. La primera objeción: «La parcela afectada tiene un enorme potencial y sería paradójico que una zona tan atractiva fuese ocupada por empresas, que podrían ubicarse en otro sitio y no necesitan localizaciones en el litoral».

Esta postura choca de raíz con las intenciones del Ayuntamiento, formalizadas en el nuevo Plan General de Ordenación (PGO). El equipo de gobierno apuesta por mantener el uso industrial de los terrenos, vinculados desde siempre a la actividad naval gijonesa, con un parque de empresas limpias y tecnológicas. Según advierten los vecinos, «la trama urbana de esta zona está por terminar y se precisan acciones que permitan el desarrollo de ejes comerciales, no lugares desiertos fuera de horario laboral».

Las alegaciones de la asociación «Pando» llegan en la recta final del período de información pública al que ha sido sometido el PGO. El plazo para la presentación de recursos finaliza hoy. El llamado plan especial de Naval Gijón ha suscitado muchas opiniones encontradas. El colectivo vecinal de Poniente, directamente afectado por el proyecto, se siente «rehén de promesas de carácter político que harán un daño gratuito e irreparable».

Por lo pronto, «no se aborda el tema de la singularidad y tipología edificativa, que tanto se anuncia para otros planes, como el del soterramiento de la barrera ferroviaria», echan en falta los vecinos. Y denuncian: «Amontonan tres edificios barco en línea con los existentes, sacrificando el anhelado concepto de permeabilidad e impidiendo a los viandantes visualizar el litoral». En cuanto a las edificaciones que aparecen en la documentación oficial con forma de «U», sugieren usos «acordes con el disfrute cultural y con el ocio sano».

Con estas premisas como punto de partida, la asociación vecinal de Poniente solicita que se retire el plan de Naval Gijón del proceso de aprobación del PGO. «El plan carece de un documento de análisis y diagnóstico de la zona que sirva de soporte a una evaluación estratégica previa», argumenta «Pando» en sus alegaciones. Desde el punto de vista medioambiental, el colectivo entiende que «se debería realizar una declaración de la zona de los nuevos edificios barco como ambientalmente protegida», para evitar en el barrio la instalación de locales de música amplificada.

Por último, se pide contención en las alturas y un diseño arquitectónico vigilado. «No deberíamos ser víctimas de acuerdos llenos de demagogia y vacíos de visión de futuro», recalca la asociación de vecinos, que plantea su propia alternativa al plan de Naval Gijón. A saber: «Dos edificios barco más un edificio de similar altura al otro lado del dique seco, ocupados con viviendas protegidas o libres. Y, en el resto de los espacios edificables, empresas limpias de I+D+i que necesiten ese emplazamiento por su relación con el mar; de no ser así, un auditorio o una zona singular».