En el trámite de información pública del Informe de Sostenibilidad Ambiental del PGO de Gijón, Los Verdes de Asturias han alegado que el «crecimiento especulativo y los aspectos no tenidos en cuenta en el PGO hacen que se incremente la insostenibilidad del modelo urbano gijonés».

Los Verdes de Asturias consideran que el plan favorece y consolida la especulación urbanística en zonas rurales como Cabueñes y Castiello y cambia la calificación de terrenos circundantes al vertedero de Serín para permitir la construcción de la macroincineradora prevista por Cogersa. La desaparición del barrio del Muselín resulta inasumible e incomprensible si no es para despejar el entorno de vecinos ante un posible accidente en la planta regasificadora, apuntan.

En opinión de Los Verdes, y en palabras de su portavoz, Eduardo Campomanes, «el nuevo PGO pretende reeditar el denominado "plan Teixidor" tras su anulación por el TSJA, sin haber sabido tomar nota del contenido de la sentencia y sin tampoco corregir los intentos de entregar una buena parte de la zona rural gijonesa a la especulación urbanística». Campomanes asegura que «se está errando tanto en la forma, en un nuevo plan con graves carencias y defectos formales en su tramitación (sólo hace falta leer las alegaciones presentadas al mismo), que provocarán, sin duda alguna, una nueva anulación judicial, como en el fondo, poniendo una simple envoltura nueva a anteriores y denunciados despropósitos urbanísticos como los de Cabueñes o los de Castiello».

Colin Lyne, portavoz de Los Verdes de Asturias en Gijón, declara que «el crecimiento urbano previsto aumenta la huella ecológica de manera irreversible y además no es necesario en Gijón. Mientras la ciudad se extiende sin cesar arrasando la campiña, hay 7.098 viviendas vacías construidas sin utilizar que están cerradas, y hay otras 13.133 que se consideran segundas viviendas, que tienen un uso muy limitado». Añade el líder de Los Verdes en Gijón que «el número indeterminado de viviendas que se adquirieron con motivos especulativos los pasados años de burbuja inmobiliaria, cuyo número es imposible de conocer pero es elevado, y que no figuran puestas a la venta debido a la caída de los precios».