Á. C.

«Madre y artista» son otras de las acepciones con las que Cicciolina gusta reconocerse. Su único hijo, que acaba de cumplir 18 años, trabaja como modelo, pero durante su adolescencia dio algún que otro quebradero de cabeza a la que fuera diva del porno. «Le compré un ordenador para que no utilizara el mismo que yo y vigilé que no viera ninguna página erótica. Estoy segura de que sirvió de poco, porque algún amigo le descubriría todo ese mundo», explica con humor. Y es que la actriz húngara afirma que «internet ha ayudado a que muchos adolescentes tomen contacto con el sexo, pero es algo que los padres debemos vigilar. Nosotros tenemos que ser los primeros que les informen y que hablen con ellos con naturalidad, aunque tampoco creo que sea algo tan trágico que por su cuenta vean un filme porno. Es más triste que un niño contemple durante el horario infantil de televisión escenas de asesinatos, algo que sucede casi a diario».

La plataforma televisiva es ahora el escenario en el que Ilona Staller centra sus últimos trabajos. Ha participado en diversos «realities» (concursos de vida en directo) en Inglaterra y Argentina, e incluso se ofrece para aparecer en alguno de los que se organizan en España, porque «tengo ganas de regresar a este país maravilloso». Afirma vivir feliz con su actual pareja, un joven de 35 años, en su residencia de Roma, y se plantea la posibilidad de escribir un libro sobre su vida. Tampoco descarta regresar a la política, aunque cree que «es una etapa que ya ha pasado». Su extravertida personalidad se frena a la hora de hacer una valoración sobre la trayectoria de Berlusconi en el Gobierno italiano. «Prefiero no hablar mucho de ello. Sólo me limito a decir que ojalá se vayan cumpliendo todas las promesas que hicieron a la gente. El desastre de la crisis no ha sido motivado por el pueblo, y ahora muchas familias tienen dificultades para llegar a fin de mes. La política tiene que ponerle remedio», concluye reflexiva Cicciolina.