R. VALLE

No hay acuerdo. El personal de las escuelas de bebés de Gijón -convocado en asamblea por los sindicatos UGT y Comisiones Obreras- decidió ayer dar el no por respuesta a la oferta presentada por el Ayuntamiento de Gijón para su integración en la plantilla municipal. Una integración que viene impuesta por una sentencia judicial que les reconoce el amparo del convenio colectivo que rige el trabajo del resto de los empleados del Ayuntamiento de Gijón.

El rechazo a la oferta municipal viene acompañado del anuncio de movilizaciones. Por un lado, los trabajadores de las escuelas infantiles -mayoritariamente mujeres- recogerán en sus centros educativos firmas de padres y madres en apoyo de su causa laboral y, por otro, el próximo lunes habrá una primera movilización en la calle para dar mayor visibilidad a este conflicto.

Los trabajadores de las escuelas de bebés aceptan la opción municipal de asumir un nivel 15, pero rechazan que las mejoras en cuanto al reconocimiento de la productividad y el complemento de responsabilidad y dificultad se apliquen de manera paulatina en un plazo de tres años. La intención de los educadores es cobrar todas esas mejoras a partir del 1 de enero de 2011. Algo que conseguiría que pasaran de cobrar unos 1.200 euros a acercarse a los 1.700. Al margen de ese reconocimiento del escalafón laboral y su sueldo, está el pago de los atrasos, ya que el juez ordenó su ingreso en el convenio del Ayuntamiento con fecha del 1 de septiembre del año pasado. La intención del equipo de gobierno es pagar en tres plazos y con el sueldo de un empleado de nivel 11.

Los participantes en la asamblea, unas cien personas, ordenaron a sus representantes sindicales volver a la mesa de negociación. Una mesa en la que es motivo de crítica que no participe el máximo responsable político de personal del Ayuntamiento, el edil de Coordinación Administrativa, Santiago Martínez Argüelles. Hasta ahora los encuentros son con personal de su confianza en el equipo de la concejalía.