C. JIMÉNEZ

Las relaciones entre la Universidad de Oviedo y el Ayuntamiento de Gijón han vuelto a tensarse a cuenta del inicio de las obras en la parcela del campus que ocupará a partir del próximo año la «Semana negra». El rector, Vicente Gotor, volvió a incidir ayer en el rechazo que produce este proyecto en la comunidad académica: «No queremos el ferial ahí». El máximo responsable de la institución recordó que si en su momento optaron por retirar los recursos judiciales acerca de la propiedad de esta parcela «en señal de buena voluntad», ahora no se descarta retomar estas acciones si el Ayuntamiento vuelve a ignorar sus planteamientos. «Ya veremos», advirtió molesto tras «no haber sido informados» del inicio de las obras.

Contratas Iglesias es la empresa encargada de la urbanización de este espacio de 61.060 metros cuadrados al objeto de dotarlo de los servicios necesarios para la organización de todo tipo de eventos. La obra, financiada con cargo al «plan A», tiene un coste de 1.271.489 euros. El plazo de ejecución es de seis meses. La intención es que los trabajos estén completados en torno al mes de abril para iniciar entonces el traslado del festival multicultural que dirige Paco Ignacio Taibo II en la primera quincena de julio. El ferial ha pasado por las playas de Poniente y El Arbeyal en los tres últimos ejercicios. La intención del Ayuntamiento de Gijón es que la parcela situada entre la Escuela de Marina Civil y la antigua sede de Peritos (edificio polivalente de la nueva Escuela Politécnica tras la fusión de centros) sea la sede definitiva de la «Semana negra» para los próximos años.

En la Universidad, que ya vivieron un agrio episodio con el gobierno local cuando se anunció esta decisión, se mantienen firmes en su rechazo, máxime cuando, a partir de 2011, arrancará el nuevo calendario de exámenes, que incluye convocatorias extraordinarias en las mismas fechas en que se celebra el ferial. Además de considerar incompatible este evento con los usos universitarios, la institución académica se ha manifestado en varias ocasiones sobre los derechos de titularidad del terreno, cuestión que vuelve a la actualidad tras la velada amenaza de Gotor de retomar el proceso judicial para impedir el desarrollo del festival multicultural.