R. GARCÍA

Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transporte Urbano de Gijón, EMTUSA, decidieron el pasado jueves en asamblea no hacer más horas extra. La medida de presión, que podría obligar a partir del 15 de diciembre a adelantar el último viaje que realizan algunas de las líneas de autobús que actualmente se ofertan, tiene como objetivo según los representantes sindicales, «la defensa de los puestos de trabajo de repostaje que la empresa se quiere cargar».

Los empleados de EMTUSA se manifestaron ayer en la plaza Mayor para denunciar la «nefasta gestión» que ha llevado a cabo la dirección de la empresa, encabezada por Luis Iturrioz y Santiago Martínez Argüelles. Los manifestantes se muestran contrarios a la «privatización de los autobuses rurales» y a la desparición de la oficina de la plaza del Humedal. Según los sindicalistas estas decisiones están detrás de la pérdida de viajeros que está registrando EMTUSA. Los representantes de los trabajadores mantienen además que los cambios que pretende llevar a cabo la empresa «no garantizan los puestos de trabajo». Los sindicalistas advierten por último de la alarma existente a su juicio en EMTUSA, «ante el coste inasumible de las nuevas instalaciones».

Por su parte el gerente de EMTUSA, Luis Iturrioz, mantiene que los cambios que pretende llevar a cabo en el taller «son razonables» y que la próxima semana negociarán la reestructuración con los trabajadores: «Se van a establecer nuevos turnos para que los que actualmente reposten hagan más cosas y se van a sacar a concurso cuatro plazas para el taller la próxima semana». En palabras del responsable de la empresa de transportes el objetivo es ampliar el horario del taller para poder reparar los autobuses antes de que salgan y, de esta manera, mejorar el servicio.