Rosario Juana Chousa, de 75 años, fue dada de alta ayer en el hospital tras pasar la noche en observación. De vuelta a su casa, la mujer mostraba un gran aplomo, a pesar del gran susto que se había llevado el día anterior, cuando vio la vivienda envuelta en llamas y humo al volver de comprar el pan: «Entré en el portal corriendo para avisar a mi cuñada, que vive en el tercero», repetía ayer la implicada.

Juana Chousa llegó al inmueble solo diez minutos después de que se iniciaran las llamas. El humo había invadido ya todo el edificio, pero a ella pareció no importarle: «El ascensor no funcionaba y cogí las escaleras, pero no veía nada, tuve que ir dando con el paraguas en el pasamanos para llegar hasta arriba». Los bomberos la rescataron, con síntomas de intoxicación, cuando aún no había llegado al piso de su cuñada. Ayer la afectada estaba «más tranquila y me encuentro bien, aunque con medicación».

La Policía continúa ahora investigando las causas del suceso. Por el momento no se descarta ninguna hipótesis aunque las primeras investigaciones apuntan a que una colilla mal apagada pudo ser la causa de las llamas. Los agentes inspeccionaron ayer el lugar del suceso para recabar las últimas pruebas. Entretanto familiares y amigos velaron ayer el cadáver de Francisco Santos García Bernardo. La concejala de Seguridad Begoña Huergo, lamentó el fallecimiento de este vecino el pasado jueves. Huergo se personó en el lugar del suceso para conocer «de primera mano» lo que estaba sucediendo».