Gijón, M. M.

Las razones que sustentarían la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón son estratégicas y económicas. Perder esas instalaciones supondría dejar de ser una siderurgia integral que hasta ahora se ha demostrado que es la más competitiva de Europa, según Gonzalo Urquijo, director general de Arcelor-Mittal. Por extensión, y según las fuentes del sector consultadas, se pondría en riesgo el futuro de la cabecera siderúrgica de Gijón. Pero además, la siderurgia asturiana pasaría a depender de que otras instalaciones siderúrgicas les suministrasen el coque, lo que supondría depender del transporte marítimo, con unos fletes que, al menos en teoría, se irán encareciendo. Eso supondría el transporte de gran cantidad de toneladas, lo que supondría depender de un gran espacio de almacenaje, con las complicaciones que ello implica, incluso de seguridad.

Cambiar las baterías por una red de tuberías que conectase con la regasificadora de El Musel supondría menos coste, pero se perdería la siderurgia integral, toneladas de transporte marítimo y cientos de empleos.

La decisión se tomará en cuestión de semanas en Luxemburgo.