A. RUBIERA

No se podía reconocer a nadie; tenían que taparse el pelo; buscar formas amorfas; debían sugerir más que enseñar y, con todo eso, llevar al máximo su flexibilidad. Ésas fueron las premisas de trabajo con las que el fotógrafo gijonés Muel de Dios convirtió a 40 estudiantes de 4.º curso de Medicina de la Universidad de Oviedo en circunvoluciones cerebrales. Es decir, en esos pliegues y curvas tan característicos de la corteza cerebral. Tomó fotografías por separado de cada estudiante y tras una larga labor de producción digital, consiguió que todos encajasen a la perfección.

La fotografía final, que desde hace meses se vende como portada de un calendario con el que los estudiantes asturianos se pretenden pagar su viaje universitario a tierras caribeñas, es ahora el cartel de presentación de la exposición que ayer se inauguró en la galería Mediadvanced. En la muestra se pueden contemplar obras de gran formato de las pertenecientes al citado calendario, con los alumnos en poses individuales o en pareja, e, igualmente, pasar revista a la última vuelta de tuerca en la fotografía del desnudo que ha hecho un autor de la ciudad con amplia experiencia en el tema. Y con una querencia especial, según confiesa, en retratar cuerpos al aire.

«Hay dos temas de la fotografía que me gustan especialmente: el retrato y el desnudo. Considero que son trabajos, tanto uno como otro, que me permiten ser muy sincero. En el retrato se necesita mucha conexión entre el modelo y el fotógrafo, y en el desnudo, que es una de las disciplinas más complicadas, no hay escondite posible. Ahí lo que trabaja es la luz y sólo con eso tienes que procurar sacarles texturas y volúmenes a los cuerpos», reflexiona.

Muel de Dios fue el elegido hace años cuando las chicas del equipo de voleibol femenino de La Calzada dieron la campanada, y la vuelta a España, con su idea de posar «en pelotas» en un calendario para recaudar fondos con los que ayudar a su club. También el formato de anuario fue el elegido por los estudiantes de Medicina, en el año 2006, para garantizarse unos buenos ingresos para su viaje de paso del Ecuador, y ahora, sus compañeros repiten idea y autor.

«Me dieron carta blanca para hacer lo que quisiera y lo que está claro es que no quería volver a las mismas ideas del primer "Tratado de anatomía" que había hecho hace cuatro años», cuenta Muel. En este caso, tenía fácil explorar en las posibilidades de la fotografía digital, ya que en los anteriores trabajos aún se basó en negativos. El Photoshop me permitió quitar las marcas de bikinis y bañadores que tenían los chicos, ya que con las sesiones de posados empezamos a finales de agosto, y darle un tratamiento a la piel un poco especial; pero para las fotografías individuales apenas hizo falta tratar nada más; son cuerpos jóvenes y esos no necesitan muchos retoques», cuenta el autor.

Después de cada sesión con un modelo, Muel dedicaba otros muchos minutos a las posturas raras y las demostraciones de flexibilidad. Todo para conseguir las circunvoluciones cerebrales. «Estuve como 15 días mirando libros de anatomía buscando ideas para la portada. Tenía en mente poder hacer una calavera, o algo así, cuando me encontré con una ilustración del cerebro», cuenta Muel. Así se gestó una imagen que ahora ha tomado protagonismo en la exposición de Mediadvanced. «Me siento muy agradecido a los estudiantes, porque fueron muy permeables a todas las ideas y me permitieron trabajar muy bien», reconoce un fotógrafo que ya anuncia que seguirá explorando en el desnudo.