Cuatro días después de las declaraciones en la Junta del Consejero de Educación del Principado, Herminio Sastre, en las que acusó al rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, de alarmista, poco serio y poco universitario, uno y otro escenificaron ayer, a distancia, una especie de reconciliación. Ese «pasar página», por utilizar una expresión del propio Gotor, no impidió que traslucieran ciertos resquemores, que se dejaran ver las tiranteces.

Con todo, dominó el tono conciliador. «Lo tengo todo olvidado», zanjó al referirse por tercera vez al asunto en la misma mañana Vicente Gotor. «Lo conozco desde hace veinte años. Yo paso página, ya he hablado con él y estamos de acuerdo», resumió al salir del acto académico celebrado en el Paraninfo del Edificio Histórico de la Universidad en el que se había despedido con un «hay que evitar polémicas, la Universidad es un fin y no un medio, pido que estemos unidos en tiempos de crisis, ser inteligentes, hablar poco y apoyarnos mucho». Desde Gijón, durante su visita al Colegio Público Severo Ochoa, el consejero Herminio Sastre había confirmado que él mismo había llamado al rector el domingo, después de que el secretario de organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, hubiera terciado en la polémica en apoyo de Gotor. Sastre aseguró que «no hay ningún problema» y que quedó con Gotor «en seguir trabajando por la Universidad». El Consejero excusó en la «pasión» propia del debate parlamentario sus palabras del viernes, aunque, insistió, «todo el mundo en la Universidad, incluso el rector, sabe que yo no pienso esas cosas que se pusieron en los medios de comunicación».

A pesar del tono conciliador por una y otra partes, el rector no pudo evitar sacar pecho ante las acusaciones de poco universitario. «Me he dejado la vida y me la seguiré dejando por la Universidad de Oviedo», había declarado durante una rueda de prensa celebrada al mediodía. Pidió «seguir trabajando por un presupuesto mejor», lamentó que Bolonia haya llegado con la crisis pero defendió que «la Universidad debe tener un trato especial porque es donde está el conocimiento». Y aportó, de nuevo, su receta de «trabajar, trabajar y trabajar». Ni el presidente del Consejo Social de la Universidad, Rafael Sariego, ni la directora general de Universidades, Miriam Cueto, quisieron echar más leño al fuego. El primero aplaudió la receta de «hablar poco y trabajar más» y la segunda insistió en que Principado y Universidad trabajan con el mismo objetivo, hacer la mejor Universidad para Asturias.