E. M.

Contrueces tiene «enchufe» con los Reyes Magos. Un año más, los niños del barrio serán los más beneficiados con la visita de sus Majestades de Oriente a la ciudad, gracias a la colaboración prestada por la Asociación de Vecinos «Los Ríos», que hace varias semanas inició una recogida de juguetes en su sede para que ningún hogar se quede sin regalos el día 6 de enero. Por el momento, ya han recibido más de dos mil donaciones, que repartirán también entre los alumnos de un centro de acogida de El Natahoyo, Cáritas y el colectivo Aereo, que agrupa a buena parte de los cinco mil ecuatorianos con residencia en Oviedo.

«Podemos decir que ni siquiera la crisis ha conseguido frenar la solidaridad de los gijoneses», asegura el presidente de la asociación, Alejandro Romero, que ayer trabajaba a destajo para empaquetar los juguetes que alegrarán las fiestas navideñas a cientos de niños con residencia en Asturias. Los regalos, todos en perfecto estado, son entregados por familias interesadas en participar en la campaña solidaria, antes de llegar a manos de los destinatarios, que deben apuntarse en el local social de «Los Ríos», siempre en compañía de sus hijos. «Es una tradición muy arraigada en Contrueces, aunque en ella participan ciudadanos de todos los barrios de la ciudad», apunta Romero.

Pero nada sería posible sin las horas de trabajo que numerosos integrantes de la asociación dedican para que nada falle. Un trabajo que este año ha sido más complicado que en otras ocasiones, ya que los organizadores tuvieron que solicitar un local al Ayuntamiento para almacenar las donaciones, ante la imposibilidad de alquilar el bajo empleado habitualmente. «El espacio que nos dejaron no estaba en el mejor estado posible; además, esto nos obligó a trasladar desde la sede todos los juguetes, lo que supone un problema añadido», explican los impulsores de la campaña.

Pese a todo, los Reyes Magos reeditarán un año más su compromiso con Contrueces, que además contará con cabalgata propia, al margen de la que recorrerá las principales calles del centro. «Hemos conseguido que todos los niños sonrían otra vez en unas fechas muy señaladas», se felicita Romero, ejemplo solidario del movimiento vecinal e incansable a la hora de repartir ilusión en paquetes con papel de regalo cada vez que se aproxima la Navidad.